Trump militariza Washington en un operativo federal sin precedentes, enfrentando la delincuencia y la situación de las personas sin hogar.
Estados Unidos.-En un giro significativo dentro del panorama político estadounidense, el presidente Donald Trump militariza Washington, lanzado un operativo federal para combatir la delincuencia y anuncia acciones contra las personas sin hogar de la zona.
Este plan incluye el despliegue de hasta 1,000 miembros de la Guardia Nacional, la intervención directa en el Departamento de Policía Metropolitana y medidas severas contra las personas sin hogar, con el objetivo de “liberar” la capital del “crimen, la suciedad y la escoria”.
La estrategia contempla la toma de control federal de la policía local, con Trump invocando la sección 740 de la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia para colocar a la policía bajo mando federal. El director de la DEA, Terrance Cole, ha sido nombrado comisionado interino, mientras que el secretario de Defensa Pete Hegseth y la fiscal general Pam Bondi supervisarán la operación.
Hasta 1,000 elementos de la Guardia Nacional patrullarán las calles, trabajando en conjunto con agentes del FBI, DEA, ATF, ICE, Servicio Secreto y el Servicio de Alguaciles. El objetivo es reforzar la vigilancia nocturna y abordar lo que Trump describe como “una emergencia de seguridad pública”.
Una de las medidas más polémicas es la expulsión de personas sin hogar. Trump ha ordenado que sean trasladadas “de inmediato” fuera de la capital, prometiendo alojamiento “lejos” del centro político. “Los criminales serán encarcelados donde deben estar”, afirmó.
El detonante de estas acciones fue un ataque a un exfuncionario del Departamento de Eficiencia Gubernamental por un grupo de adolescentes en un intento de robo de automóvil. Trump lo calificó como “una muestra del salvajismo que azota la capital” y comparó la tasa de homicidios de Washington con las de Bogotá, Ciudad de México y Bagdad, asegurando que la capital estadounidense “es mucho más peligrosa”.
En las últimas semanas, Trump ha prometido transformar a Washington en “una de las ciudades más seguras y hermosas del mundo”.
Ha insistido en que “no habrá más Mr. Nice Guy” y que “recuperará la capital”. También ha propuesto reubicar a las personas sin hogar en campamentos “de alta calidad” en zonas apartadas, sugiriendo medidas extremas como “una hora realmente violenta” para que la policía actúe con mano dura.
Las reacciones no se hicieron esperar. Autoridades locales como la alcaldesa Muriel Bowser rechazaron la narrativa de Trump, asegurando que los delitos violentos han disminuido un 26% este año. Organizaciones civiles han condenado la expulsión de personas sin hogar como discriminatoria y peligrosa. Analistas políticos advierten que este plan podría sentar precedentes preocupantes sobre el uso del poder federal en ciudades autónomas.
El despliegue comenzó el lunes 11 de agosto, y se anticipan más medidas en los próximos días, incluyendo posibles cambios legislativos para endurecer las sanciones contra menores involucrados en crímenes violentos.
Este plan, denominado por Trump como “Liberation Day”, representa un punto de inflexión en su política de seguridad urbana. Mientras sus seguidores aplauden la mano dura, sus críticos advierten sobre riesgos de militarización y erosión de derechos civiles. El debate está en marcha.