El diputado federal y exgobernador de Michoacán dice que el “tiempo de mujeres” no lo da una frase demagógica, sino lo marcan las condiciones políticas de cada lugar.
Por Emiliano Medina Aguilera
El pasado 16 de octubre visité al diputado federal Leonel Godoy Rangel para entrevistarlo para La Voz de Michoacán. En la conversación abordamos a sus principales mentores políticos, su gestión como gobernador del estado, la crisis de inseguridad que atravesó Michoacán, así como sus impresiones sobre el proceso rumbo a la gubernatura del 2027.
Leonel Godoy Rangel es Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha ocupado diversos cargos públicos: secretario de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal, secretario de Gobierno de Michoacán, gobernador de Michoacán (2008-2012) y senador de la República. Actualmente es diputado federal por tercera ocasión en la LXVI legislatura.
Comienzo preguntándole por sus aficiones y me responde que la lectura es la principal. Cuando no lee de política, prefiere temas sobre Derecho o novelas latinoamericanas. Entre sus autores favoritos menciona a Isabel Allende, Gabriel García Márquez y Jorge Ibargüengoitia. También confiesa su interés por la ciencia ficción, género en el que destaca a Isaac Asimov y Julio Verne como sus escritores favoritos.
Le pregunto sobre su historia personal y su camino en política. Comienza desde su juventud: “Yo estudié la primaria, secundaria y preparatoria en Tijuana. Soy hijo único; mis padres se separaron tras mi nacimiento y viví con mi abuela paterna. Regresé a Michoacán para estudiar la licenciatura en Derecho y fue entonces cuando comencé a participar con las juventudes comunistas”.
Añade: “Mi acercamiento con la izquierda electoral fue a través de Jaime Hernández y con una célula muy establecida del Partido Comunista en Michoacán. Aunque jamás me afilié, mantenía una gran relación y simpatía con sus dirigentes. Eso fue lo que me hizo involucrarme en política”.
Decido llevar la conversación hacia el periodo más relevante para los michoacanos: su gestión como gobernador. Le pido que me cuente cómo se vivió desde la contienda interna para seleccionar al candidato del PRD. “El partido propuso un método distinto: para la candidatura a gobernador se planteó realizar una encuesta, un debate y una elección mediante un consejo estatal ampliado del PRD. Yo gané ese proceso”.
Agrega: “Si te quiero comentar que fui muy respetuoso con mis compañeros; jamás agredí ni hablé mal de ellos. Creo que eso permitió que todos aceptaran el resultado. Así pude llegar con mucha solidez a la contienda final, en la que también me conduje con respeto”.
Cuando le pregunto por el factor determinante que le permitió obtener la candidatura, Godoy Rangel lo atribuye a su experiencia política. Habla de su relación con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y de su trabajo como secretario de Gobierno. “El ingeniero Cárdenas fue muy incluyente, y a quienes estuvimos en su gobierno jamás nos pidió afiliarnos al PRI; siempre fue respetuoso con nuestras posiciones políticas. Por eso, yo he sostenido que Cuauhtémoc Cárdenas es mi maestro en la política. Una de las cosas que más traté fue seguir su ejemplo en la tolerancia”.
Es inevitable hablar de la crisis de seguridad que vivió el país, particularmente violenta en Michoacán. Le pregunto, con el paso de los años, a qué atribuye esa crisis. Responde: “Creo que a estas alturas no existe ninguna duda histórica de lo que ocurrió: Felipe Calderón, tras el fraude electoral del 2006, estaba ansioso de legitimidad y encontró en la inseguridad su bandera para adquirirla. Con eso, le dio una patada al avispero y la violencia se generalizó. Lo más grave es que su secretario de Seguridad Pública estaba vinculado al crimen organizado”.
Me comenta que su relación con el presidente Felipe Calderón nunca fue sencilla: “Tuve muchos desencuentros tanto con él como con García Luna. Dos hechos que marcaron parte de la historia y de mi gobierno fueron los granadazos del 15 de septiembre del 2008 y el “Michoacanazo” de 2009, ambos con la participación de García Luna. Hay que recordar que, tras los granadazos, presentó a tres supuestos autores. Años más tarde fueron liberados, pues se demostró que habían sido torturados durante el proceso”.
La descoordinación entre ambos niveles de gobierno fue total. “Yo me enteré, igual que todos en ese momento, por La Voz de Michoacán de que enviarían 5 mil soldados. Jamás nos consultaron. Calderón era tan sectario conmigo que nunca me informaba a quién pondría como delegado federal; yo me enteraba por la prensa de esos nombramientos. Ni me pedía opinión ni me avisaba. La relación era muy mala. Atribuyo la violencia tan lamentable que vivimos a esa falta de coordinación. Si bien siempre asistí a los encuentros institucionales con el presidente y manifesté mi postura de combatir al crimen, nunca fue posible coordinarnos”.
Creo que hay momentos que marcan la historia y, por desgracia, los granadazos del 15 de septiembre de 2008 son una parte dolorosa de la historia del país. Le pregunto a Godoy cómo recuerda ese episodio y responde: “En el momento, como se puede notar en los videos, yo solo percibí un ruido. Fue después cuando los militares y la gente de seguridad pública me informaron que se trataba de granadazos. Yo pensé que eran cuetones. Cuando recibí el parte sobre los muertos y heridos comprendí la magnitud del atentado. Actué en consecuencia: no sólo fui a visitar a los heridos a los hospitales, sino que en octubre emití un decreto para otorgar una pensión vitalicia a los heridos y a las viudas de los fallecidos. Así lo hicimos. Después se formalizó con un decreto legislativo, pero ya en el gobierno de Fausto Vallejo no se continuó con la medida; desconozco por qué”.
Añade: “Desde el primer momento yo señalé que fue un acto de narcoterrorismo; no tenía duda de que se trataba de un ataque perpetrado por el crimen organizado. Sin duda ese fue el primer signo de la descomposición interna que tenía el gobierno de Felipe Calderón en el área de seguridad pública. En ese momento yo no lo sabía”.
Lamenta que no se lograra un mayor desarrollo económico y social. Me comparte dos ejemplos poco conocidos: “Uno es la construcción de la presa Francisco J. Múgica, donde no conté con ningún respaldo del gobierno federal. Al contrario, el delegado de Conagua siempre puso trabas para que se llevara a cabo. Si hubiera sido una inversión compartida, no hubiera tenido que pedir prestado recursos para construirla”.
Califica el siguiente caso como peor: “En 2011, en época de campañas para renovar la gubernatura, simplemente por decisión de Calderón me retiraron las aportaciones, con el argumento de que podría utilizarlas para favorecer al candidato del PRD. Esto fue una decisión política, sin ninguna prueba. Tuve que promover una controversia constitucional para que me regresaran el dinero. Fue un acto caprichoso y político”.
Concluye: “No sólo no hicimos obra conjunta, sino que me bloqueaba. Hicimos un acuerdo para construir el Teatro Mariano Matamoros, queríamos terminarlo en el 2010, iniciamos la obra, pero el gobierno federal no me entregó ningún recurso”.
Sobre la relación con el entonces presidente, me comenta que todo fue político: “Había cosas menores que demostraban esa animadversión. Era político, nunca tuve ningún tema personal ni un intercambio de palabras altisonantes. En lo personal siempre hubo respeto. A pesar de eso, hicimos bastante obra pública; tuvimos que endeudarnos porque se financiaron con recursos propios y la mayoría ya estaban comprometidas por el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel”.
Para finalizar, le pregunto si considera que es tiempo de mujeres en Michoacán y cuáles son las cualidades que debe tener quien aspire a la gubernatura. “Es un discurso demagógico. Se han hecho tres nombramientos: el fiscal, el auditor y el de Derechos Humanos, y todos han sido hombres. ¿Por qué no nombraron mujeres si realmente es tiempo de mujeres? Creo que es una frase demagógica que refleja animadversión hacia uno de los compañeros. Morena tiene en sus estatutos la obligación de que la encuesta sea la que defina, y esa la aplican los órganos nacionales. En muchos estados son mujeres quienes encabezan las encuestas, y ganarán no por ser mujeres, lo harán porque la gente las percibe como las más capaces. Así debe ser en Michoacán y en el país. El tiempo de mujeres no lo da una frase demagógica dirigida contra un compañero, lo marcan las condiciones políticas de cada lugar”.
Es tajante: “Me gusta la frase, aunque no me gusta cómo se aplica en Michoacán”.
La pregunta final es sobre su futuro político. Responde: “Yo soy de los que apoyan la decisión de la presidenta de estar en contra de la reelección. Ya no voy a buscar ser diputado federal. No tengo interés en ser diputado local ni presidente municipal. Voy a apoyar a quien sea nuestro candidato o candidata a la gubernatura para volver a gobernar en Michoacán. Por eso estoy a favor de que siga gobernando Morena”. Lo interrumpo: ¿Independientemente de quién sea?
“Independientemente de quién sea y de lo que determinen los órganos de dirección nacional, yo voy a apoyar al partido porque soy institucional. Me veo respaldando a nuestra candidata o candidato a gobernador por Morena en Michoacán en el próximo periodo”.