En meteorología, la presente temporada de invierno de la Tierra para el hemisferio norte y la temporada de verano para el hemisferio sur comenzaron el 1 de diciembre

Redacción / La Voz de Michoacán

En meteorología, la presente temporada de invierno de la Tierra para el hemisferio norte y la temporada de verano para el hemisferio sur comenzaron el 1 de diciembre.

Sin embargo, el solsticio de diciembre trae las estaciones astronómicas de invierno y verano, respectivamente, para los dos hemisferios de nuestro planeta. Esto estaba previsto el 21 de diciembre a las 09.21 hora UTC.

Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), esta estación durará aproximadamente 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2025 con el comienzo de la primavera.

El inicio del invierno en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación sur. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su menor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más corto. Como resultado, ese es el día con menos horas de Sol del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, y debido a ello, al comienzo del invierno también se le llama solsticio de invierno (del latín solstitium, Sol quieto).

El comienzo del invierno en el hemisferio norte coincide con el comienzo del verano en el hemisferio sur.

El 4 de enero de 2025 se producirá el momento de máximo acercamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado perihelio. En ese momento, nuestra distancia al Sol será de poco más de 147 millones de km, es decir, unos 5 millones de km menos que en el momento de mayor distancia (afelio), que sucederá el 3 de julio de 2025.

Durante el invierno de 2024-2025 también habrá un eclipse total de Luna. Será el 14 de marzo y se verá desde América, el oeste de África y Europa, y el este de Asia y Oceanía. Desde España será visible, aunque no completo, puesto que la Luna se pondrá antes de finalizar todas las fases de totalidad.

Con algo menos de 89 días de duración, el invierno en el hemisferio norte es la estación más corta del año. Ello es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el invierno coincide con la época del año en la que la Tierra se encuentra más cerca del Sol. Cuando esto sucede, la Tierra se mueve más rápido en su órbita (según la conocida como segunda ley de Kepler), y por tanto necesita menos tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación, que es la primavera.

El inicio del invierno puede darse, a lo sumo, en cuatro fechas distintas del calendario (del 20 al 23 de diciembre). A lo largo del siglo XXI el invierno se iniciará en los días 20 a 22 de diciembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Aunque el día del solsticio de invierno corresponde al de menor número de horas de Sol, la diferencia de horas entre el día y la noche depende de la latitud del lugar. Para la latitud de Madrid, el día del solsticio de invierno tendrá 9 horas y 17 minutos de Sol, a comparar con las 15 horas y 3 minutos de Sol que tuvo el día más largo (solsticio de verano). La diferencia entre el día más corto y el más largo es por tanto de casi seis horas de Sol. A medida que nos acercamos al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.