Un buque mercante cargado con más de 3 mil vehículos, muchos de ellos eléctricos e híbridos, terminó en el fondo del océano Pacífico tras un incendio que provocó su hundimiento en aguas cercanas a las Islas Aleutianas, frente a la costa de Alaska.
El navío, llamado Morning Midas, había partido de China con rumbo a México y desapareció bajo el mar a unos 5 mil metros de profundidad; operada por la firma Zodiac Maritime, había zarpado el pasado 26 de mayo desde el puerto de Yantai y debía llegar a costas mexicanas a mediados de junio.
A bordo llevaba una tripulación de 22 personas y miles de automóviles, incluyendo al menos 70 eléctricos y más de 600 híbridos: y el 3 de junio, a mitad de su travesía, emitió una señal de emergencia tras detectarse un incendio a bordo.
Gracias a la rápida evacuación, todos los tripulantes fueron rescatados por un barco cercano sin que se reportaran heridos; sin embargo, las llamas avanzaron sin control pese a los intentos de contención, forzando a que el buque quedara a la deriva hasta que, finalmente, se hundió.
Las investigaciones iniciales apuntan a que el fuego pudo haberse originado en la sección de la carga donde se encontraban almacenados los autos eléctricos, debido al posible sobrecalentamiento de baterías de litio, esta clase de baterías, aunque esenciales para la transición energética, han sido señaladas en otros casos por su alta vulnerabilidad ante impactos y temperaturas elevadas.
A pesar del hundimiento, la Guardia Costera de Estados Unidos ha informado que hasta el momento no se han detectado afectaciones ambientales significativas en la zona. No obstante, el área sigue bajo vigilancia por el riesgo potencial de fugas de combustibles o productos químicos derivados de los vehículos hundidos.
La magnitud económica del siniestro aún no ha sido detallada, pero se presume que las pérdidas para las empresas involucradas podrían ser cuantiosas. Mientras tanto, Zodiac Maritime coopera con las autoridades en la investigación del caso y ha activado protocolos para minimizar cualquier impacto ecológico futuro.
El accidente resalta los desafíos logísticos y de seguridad en el transporte marítimo global, especialmente ante el creciente número de autos eléctricos movilizados entre continentes.
Fuente: El Heraldo de México