El Proyecto Chrysalis propone una nave interestelar hacia Alfa Centauri, permitiendo viajes multigeneracionales con tecnología avanzada.
El Proyecto Hyperion se centra en diseñar una nave espacial interestelar tripulada, utilizando tecnologías actuales y futuras. Iniciado en 2011, su objetivo es evaluar la viabilidad de enviar una tripulación humana multigeneracional a un sistema estelar cercano, como Alfa Centauri. Entre las propuestas, el comité de expertos de la NASA y diversas universidades de EE.UU. destaca a Chrysalis como la más prometedora para llevarnos a Alfa Centauri.
Chrysalis podría transportar hasta 2400 personas a Alfa Centauri, dejándolas en un exoplaneta habitable, Próxima Centauri b. Sin embargo, el viaje solo de ida duraría unos 400 años, lo que significa que muchos pasajeros vivirían toda su vida a bordo sin conocer la Tierra.
“La nave espacial generacional Chrysalis recibe su nombre de la fascinante posibilidad de contar con una nave espacial capaz de mantener a sus habitantes seguros y unidos, generación tras generación, hasta su llegada al nuevo sistema solar”, señalaba la propuesta.
Con forma cilíndrica, la nave mediría aproximadamente 58 km y su rotación constante generaría gravedad artificial, permitiendo el desarrollo de la vida en su interior. Las primeras generaciones de pasajeros vivirían en un entorno aislado en la Antártida durante 70 a 80 años para prepararse para la vida en la nave.
Chrysalis se construiría en el punto Lagrange L1 del sistema Tierra-Luna, ideal para acceder a recursos de la Luna y la Tierra. Un punto Lagrange es una posición en el espacio donde un objeto puede mantenerse estable bajo la influencia gravitacional de dos cuerpos masivos.
“L1 también es ideal como punto de lanzamiento para una nave espacial masiva de varios kilómetros de longitud, para evitar las tensiones causadas por los efectos gravitacionales diferenciales en la estructura al colocarse en órbita demasiado cerca de la Tierra o la Luna”, señalan sus autores.
Diseñada como una muñeca rusa, la nave sería un ecosistema completo con capas: almacén, módulos habitables, sección de mando y jardines. Cada “mundo” independiente tendría un propósito específico, alimentado por reactores de fusión nuclear.
En el núcleo, los transbordadores estarían listos para llevar pasajeros a Próxima Centauri b. La siguiente capa se centraría en la supervivencia, con producción de alimentos mediante entornos controlados que nutrirían cultivos y ganado. Se incluirían ecosistemas como bosques tropicales y boreales para preservar la biodiversidad.
Además, la nave albergaría parques, escuelas, hospitales y bibliotecas. Las capas exteriores contendrían viviendas, industrias y almacenes. Con un viaje de varias vidas, el control de la población es crucial, planificando nacimientos para mantener una población sostenible de 1500 personas.
Para gobernar esta sociedad, los humanos colaborarían con inteligencia artificial avanzada, asegurando estabilidad y transmisión de conocimientos de generación en generación.