Las protestas feministas por motivo del 8M en Michoacán destacan la lucha contra la violencia de género y la búsqueda de justicia, como también daños ocasionados en algunos edificios públicos.
Morelia, Michoacán.-Tras las protestas del 8 de marzo (8M), Día Internacional de la Mujer, en Morelia, trabajadores laboraron este domingo para reparar los daños ocasionados en algunos edificios públicos, ¿Por qué hay grupos de feministas que protestan de manera disruptiva?
En el inmueble del Congreso de Michoacán se contabilizaron 85 vidrios rotos y diversas pintas con consignas feministas, que ya han sido borradas. Mientras pintaba el inmueble del Poder Legislativo un trabajador expresó entre burlas: “¡Aquí no pasó nada!”.
Las labores de limpieza también se extendieron a otros puntos del Centro Histórico, donde durante la noche fueron eliminados los carteles, stickers y mensajes colocados en la cantera de Palacio de Gobierno en protesta contra la violencia machista.
Entre las consignas que fueron retiradas se encontraban frases como “Sí al aborto”, “Estado feminicida”, “Estado, macho violador”. Como cada año, miles de mujeres salieron a las calles de Morelia el 8 de marzo para protestar contra la violencia de género, los feminicidios y la impunidad.
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¿Por qué la protesta del 8M disruptiva?
La movilización incluyó marchas, intervenciones artísticas y la colocación de carteles con los nombres de víctimas de violencia feminicida en edificios públicos y monumentos históricos.
Los actos de protesta, incluidas las pintas y los daños materiales en inmuebles gubernamentales, han sido cuestionados por algunos sectores, mientras que otros los defienden como una forma legítima de manifestación ante la violencia estructural que enfrentan las mujeres en México.
De acuerdo con activistas, la indignación por los destrozos en edificios contrasta con la impunidad en casos de feminicidio y desapariciones, y a veces la manifestación pacífica no ha sido suficiente para hacerse escuchar.
Históricamente, las protestas feministas han sido disruptivas para generar impacto y visibilizar la crisis de violencia de género.
El movimiento sufragista, por ejemplo, utilizó tácticas radicales en el siglo 20, como la interrupción de discursos políticos y la destrucción de vitrinas en Inglaterra y Estados Unidos, lo que contribuyó a la conquista del derecho al voto para las mujeres.
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En México, las manifestaciones feministas han sido clave en la obtención de derechos. En 1953, tras años de protestas y presión política, las mexicanas lograron el derecho al voto.
Más recientemente, las movilizaciones han impulsado avances en la despenalización del aborto en varios estados del país, así como la tipificación de la violencia política de género.
La protesta feminista en Michoacán y en el país sigue creciendo año con año, reflejando la exigencia de justicia por parte de las mujeres y colectivas que buscan un alto a la violencia de género y a la impunidad.
