Una nueva celebración litúrgica, inspirada en la encíclica “Laudato si’”, se incorpora al Misal Romano como respuesta espiritual a la crisis ambiental.

En un gesto profundamente simbólico y pastoral, el Papa León XIV ha aprobado este jueves la introducción oficial de la “Misa por el Cuidado de la Creación” (Missa pro custodia creationis), una nueva celebración litúrgica destinada a promover la conciencia ecológica en la Iglesia y en el mundo entero.

La nueva misa será incluida en el Misal Romano, dentro del apartado de misas por necesidades civiles, y se celebrará por primera vez el próximo 9 de julio por el propio pontífice, de raíces estadounidenses y peruanas. Esta celebración inaugural se llevará a cabo en el Borgo Laudato si’, el proyecto de ecodiversidad impulsado por el papa Francisco en los jardines de Castel Gandolfo, donde León XIV pasará unos días de reposo. Aunque será una misa privada, estará dedicada especialmente a los trabajadores del lugar.

“En un momento en el que es evidente que la obra de la creación se ve seriamente amenazada por el uso irresponsable y el abuso de los bienes confiados por Dios, es oportuno añadir esta misa al Misal Romano”, señala el decreto emitido por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Durante la presentación a la prensa, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, explicó que la nueva misa responde a las numerosas peticiones que han llegado desde todo el mundo tras la publicación de la encíclica Laudato si’, escrita hace diez años por el papa Francisco. “Hoy nos complace introducir esta misa para fortalecer nuestra respuesta litúrgica y espiritual al llamado urgente del cuidado de la casa común”, afirmó Czerny.

La celebración comenzará con las palabras del Salmo 19: “Los cielos narran la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”, subrayando así la dimensión ya presente en la liturgia católica sobre el vínculo entre la fe y el mundo creado. Como explicó Czerny, en cada misa se ofrecen a Dios el pan y el vino como “fruto de la tierra y del trabajo del hombre”, y se proclama la fe en “Dios, creador del cielo y de la tierra”.

La nueva misa no introduce una doctrina nueva, sino que fortalece la dimensión ecológica de la fe, integrándola con mayor claridad en la vida litúrgica de la Iglesia. “Este servicio es verdaderamente un gran acto de fe, esperanza y caridad”, concluyó el cardenal canadiense.

Con esta incorporación, el Misal Romano pasa a contener 50 misas para diversas necesidades y ocasiones, consolidando la visión de una ecología integral como nuevo paradigma de justicia social en la espiritualidad católica contemporánea.

Fuente: López-Dóriga