Morelia, Michoacán, 03 de enero de 2025.- Si de algo estamos seguros es que a estas alturas deben quedar pocas personas en el mundo que no hayan visto Avatar. Dirigida por el renombrado cineasta de Hollywood, James Cameron, esta película ha conseguido hacer historia y Pandora, su universo, cautivó a cualquiera que lo conocía con sus deslumbrantes paisajes. Exótico y fascinante, por increíble que parezca, tenemos el privilegio de contar con un lugar así en mundo real, concretamente en China.
Más allá de la Gran Muralla, el país del dragón rojo también alberga otras maravillas y una de ellas es el Parque Nacional de Zhangjiajie. Este geoparque formado hace más de 400 millones de años es todo un espectáculo, con formaciones rocosas que se alzan desde el suelo, parece sacado de un mundo de fantasía, nunca mejor dicho.
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El hogar ficticio de los Na´vi
Al igual que en Pandora, en el Parque Nacional Forestal de Zhangjiajie también podemos encontrar cuevas, cascadas, cañones y lagos cubiertos por la neblina. En concreto, las Montañas Tianzi se rodaron algunas de las escenas de la superproducción y acogieron a la que sería la montaña Aleluya, el hogar del pueblo de los Na´vi.
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La montaña Tianmen
La montaña Tianmen es la más alta de la zona de Zhangjiajie y probablemente el elemento más fotografiado del parque. Con más de 1500 metros de altura, alberga un espectacular paseo acantilado-colgante y la carretera conocida como ‘las 99 curvas’ con más de 100 metros de largo.
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La ‘Puerta del Cielo’
Que el nombre de la montaña Tianmen signifique ‘puerta celestial’ no es ninguna casualidad, ya que en la cima encontramos el agujero natural al que hace referencia.
Para llegar hasta ella hay que subir, nada más y nada menos que 999 escalones. Este es el número exacto de peldaños que conducen al paraíso, aunque requiere esfuerzo, las vistas desde allí merecen la pena.
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El ascensor más alto del mundo
Y allí también se encuentra el ascensor que puede presumir de ser el más alto del mundo. Ubicado al aire libre y con una altura de más de 330 metros el ascensor Bailong o el de los Cien Dragones es un completo espectáculo.
Verlo desde abajo da vértigo y eso que se sigue estando en tierra firme, pero lo verdaderamente maravilloso son sus vistas durante la travesía, gracias a sus paredes de cristal. (CON INFORMACIÓN DE: EL ECONOMISTA.ES)
