Sabías que las tlayudas de Oaxaca, más que un platillo, son patrimonio cultural; aquí te decimos por qué y cuál es su significado
La cocina mexicana es rica en platillos emblemáticos, y las tlayudas de Oaxaca son uno de los más destacados como patrimonio cultural. Este delicioso platillo no solo es apreciado localmente, sino que también ha capturado la atención internacional con su mezcla única de tradición, historia y sabor.
¿Has oído hablar de las tlayudas y te has preguntado sobre su origen o su importancia cultural? Acompáñanos a descubrir más sobre este exquisito manjar que ha colocado a Oaxaca en el mapa culinario global.
Las tlayudas son un estandarte de la gastronomía oaxaqueña. Estas son tortillas de maíz grandes, delgadas y crujientes que miden alrededor de 30 centímetros de diámetro. Al cocinarse ligeramente en un comal, se convierten en la base ideal para ingredientes como frijoles refritos, quesillo oaxaqueño, y carnes como tasajo, cecina o chorizo, además de aguacate, salsas tradicionales y chapulines.
A diferencia de otros antojitos mexicanos, las tlayudas se pueden disfrutar abiertas, al estilo de una pizza mexicana, o dobladas, facilitando su consumo. Su gran tamaño y la diversidad de ingredientes les confiere una combinación única de texturas crujientes y suaves, junto con sabores intensos que destacan la esencia de la cocina oaxaqueña.
Originarias de Oaxaca, las tlayudas son una parte integral de la cocina estatal desde hace generaciones, convirtiéndose en un símbolo de la identidad gastronómica de México. Aunque su preparación puede variar ligeramente en la región, siempre mantienen su característico sabor auténtico.
En lugares como el mercado 20 de Noviembre, cerca del templo de Santo Domingo o en las tlayudas de Santa María del Tule, no solo se ofrece comida, sino también una experiencia cultural profunda, donde la hospitalidad local y la calidad de los ingredientes enriquecen cada mordida.
El término ‘tlayuda’ viene del náhuatl y significa ‘abundancia de maíz’, reflejando la generosidad de la cocina oaxaqueña.
Visitar Oaxaca y degustar una tlayuda auténtica es una experiencia culinaria que ningún aficionado a la comida debería perderse. Los mercados y puestos ofrecen versiones únicas de este platillo, siempre con ingredientes frescos y locales. Además, el quesillo y las salsas frescas son esenciales, y para los más aventureros, acompañar una tlayuda con mezcal o cerveza local es la combinación perfecta.
Las tlayudas no solo son un platillo excepcional, sino también un emblema cultural que celebra la riqueza de la cocina mexicana. Desde su origen en Oaxaca hasta su aclamación internacional, este platillo sigue conquistando paladares alrededor del mundo. Si visitas Oaxaca, asegúrate de probar una tlayuda, cada bocado te llevará a un viaje por las tradiciones culinarias de México.