“La primavera le brinda un espíritu de juventud a todo.”
William Shakespeare
(1564 – 1616)
Así, con el ímpetu renovado de la juventud, llega una calurosa temporada en la cual el sistema educativo estatal brinda una gran cantidad de muestras de cambio de humor. Sí, es época en la cual la temperatura promedio se eleva. También, la exposición a la luz solar.
Paralelamente, pareciera ser que, el temperamento humano también se modifica con ello. Como si de la carrera del centro del sistema solar se tratara, así también las personas se comunican con intensidad; salen a la luz situaciones que no se denunciaban desde el arranque del ciclo escolar incluso, cuando la generación de expectativas encuentra su cima, a partir de la cual, el ejercicio del poder, las situaciones incumplidas, los incidentes, las irregularidades, los abusos, los actos de corrupción, las violaciones a los derechos humanos y laborales se acumulan, hasta generar manifestaciones de inconformidad.
Es en este periodo en el cual se suelen acumular más las suspensiones escolares, lo que podemos constatar en los planteles de las comunidades más alejadas de los centros urbanos, así como en las periferias de las ciudades, donde los estudiantes se quedan encargados con algunos trabajadores que hacen guardia para encubrir a los que se desplazan a las marchas y plantones.
Las situaciones relativas a la USICAMM y a la iniciativa de ley del ISSSTE fueron detonantes perfectos de las protestas magisteriales, ya que, en ambos casos, sobra evidencia pública de que no fueron debidamente consultados y de que, aún sin mayor modificación, pueden lacerarse los derechos laborales de miles de trabajadores. La preocupación no es inocua: la iniciativa enviada al congreso federal contenía especificidades que amenazaban la edad de jubilación y otros derechos del magisterio.
Esto generó protestas a nivel nacional, pero también en Michoacán, donde las oficinas centrales de la Secretaría de Educación en el Estado, solamente en este ciclo escolar acumulan varias semanas tomadas, trabajando en días de pago principalmente.
Fuera de las oficinas centrales continúan las giras, en donde se entregan lentes, becas, equipamiento escolar, libros, se realizan rutinas musicales, mientras se anuncian arranques y entregas de obras de infraestructura educativa. Pero, en cuanto terminan los eventos, todo vuelve a la normalidad. La cultura de la simulación está permeando ampliamente en los usos y costumbres de los planteles educativos que son sede de estos actos mediáticos.
No gratuitamente, sino bien ganado y a pulso es el título que ostenta la Secretaría de Educación en el Estado como institución más violatoria de los derechos humanos de los michoacanos, especialmente, de sus infancias y juventudes. En un estado donde abundan los muertos, los desaparecidos, la violencia y la delincuencia es un plus escarnecedor contar con ese infame primer lugar; máxime por ser originariamente una dependencia cuya razón de existir es precisamente ser garante de los derechos a estar, aprender y a participar en las escuelas de todas las niñas, niños y jóvenes en la entidad federativa.
Y, no se sabe si es propiamente el clima tropical que parece invadir por momentos a Michoacán, o si se trata de otra clase de fenómeno, pero, estamos atestiguando los habitantes de esta entidad federativa una muy poco disimulada serie de actos proselitistas en torno al sistema educativo estatal, donde hay ya varios perfiles que están abiertamente buscando candidaturas, comprometiéndose seriamente la responsabilidad de tiempo completo que tienen sobre de sí. Los primaverales vientos de juventud shakesperianos parecieran avivar la efervescencia política que se manifiesta en las redes sociales, en giras constantes y en los medios de comunicación. La realidad que se vive a nivel de comunidad educativa es muy diferente.
Por ejemplo, si bien, desde el pasado 29 de marzo entró en vigor la prohibición al expendio de comida “chatarra” al interior de los planteles escolares, desde educación básica hasta superior, tanto en planteles públicos como privados, resulta de domino público que ésta continúa expendiéndose. Partamos del reconocimiento de que, cambiar los hábitos nutricionales de los estudiantes, maestros y personal directivo, así como sus familias, de una nación de 130 millones de personas se trata de una misión muy revolucionaria, disruptiva, que modifica inercias y que, en caso de lograr su cabal implementación, modificará sustancialmente la dinámica escolar, el bienestar y la calidad de vida de las comunidades educativas. Sin embargo, lograr una implementación cabal implica mucho trabajo de supervisión, concientización, información, difusión, formación continua y comunicación social, entre otros rubros. Contar con distractores proselitistas en una entidad ya de por sí compleja puede ser un factor que ralentice aún más el logro de los objetivos que plantea el acuerdo.
Paralelamente, persiste la preocupación de qué es lo que sucede dentro de los planteles escolares, incluso en aquellos que son urbanos, los que reciben apoyo económico de parte del Gobierno del Estado y la visita de altos mandos de la política educativa en la entidad. Porque en redes sociales y medos de comunicación vemos los comunicados, las fotografías y los anuncios de montos de inversión, acompañados de videos con música de fondo como si fuera un festival. La realidad regresa a su cauce una vez pasa la visita: entonces sobrevienen las expulsiones arbitrarias, las cuotas escolares impuestas, los monopolios de uniformes escolares, los abusos y violencias, la portación de armas blancas, las pandillas que se apoderan de los planteles; las malas prácticas de parte del personal de asistencia y apoyo a la educación, como operadores del director en turno. Así, constantemente se hacen denuncias públicas al respecto, donde no hay intervención inmediata de parte de las autoridades, para resolver oficiosamente las situaciones que vulneran los derechos humanos.
Más aún, se sabe que existen también circunstancias en telesecundarias de la entidad, las cuales continúan bajo el control perimetral de grupos de poder enquistados al seno del sistema educativo estatal. Su ambición de tener control total de los planteles ha llegado al nivel de realizar denuncias dirigidas contra los maestros por abuso y acoso a los estudiantes, ante lo cual no tienen más que negociar su salida e irse, so pena de ser linchados o vinculados a proceso.
Las denuncias se multiplican atropelladamente en las redes sociales, especialmente en las de los portales institucionales, en donde son menos prestos los administradores a borrar comentarios. Así también, las víctimas de atropellos hacen llegar constantemente a esta organización de la sociedad civil denuncias públicas respecto a violaciones de derechos humanos y abusos.
En suma, ante estos claroscuros, es necesario priorizar altamente la labor de supervisión y de conducción de la política educativa en la entidad, por encima de intereses, ambiciones y hasta aspiraciones personales en torno a lo político-electoral. La situación, si bien aún no alcanza el nivel de gravedad que se ha vivido en años recientes, también es cierto que, de continuarse bajo esta inercia, podrán alcanzarse y hasta superarse las circunstancias de estallido social permanente que se vivieron al interior del sistema educativo michoacano en fechas no tan lejanas. Es momento de que se instruya gobernar de tiempo completo para conjurar la problemática que se acumula.
Además de discursarse que vamos por el tercer ciclo escolar completo en la entidad federativa, hecho que resulta imposible de comprobarse, grupo por grupo y escuela por escuela, la autoridad sostiene su postura institucional y emite avisos, como el de anoche, vía Facebook, donde le informa a toda la comunidad educativa de la entidad que hoy viernes 4 de abril habrá clases con normalidad.
Lo complejo sobreviene porque hoy se realizarán movilizaciones en Morelia por parte de diversos grupos gremiales, con lo cual seguramente habrá planteles, zonas y regiones que no tendrán actividades educativas, por lo que los padres de familia se trasladarán en vano. Más aún, hay quienes aprovecharon este aparente paro de labores para realizar actividades extramuros. La confusión se acrecienta cuando hay disputa de la rectoría de una dependencia por parte de grupos fácticos, quienes resultaron muy bien arropados gracias a haber arrebatado banderas legítimas magisteriales, que se traduce en defender los derechos laborales de los trabajadores de la educación. Seguramente, en el marco del mes de mayo estaremos conociendo los resultados de estas medidas de presión que ejercen los líderes de los grupos gremiales del sistema educativo estatal, a través del listado de acuerdos logrados con las autoridades establecidas. No pasa desapercibido que, en Chiapas ya se instaló una mesa de negociación entre el gobierno estatal y la CNTE, ejemplo que podría cundir en el resto de la nación.
En contraste, una nota positiva es que, esta semana en Michoacán se logró aplicar la Prueba PISA en educación media superior en los contados planteles seleccionados para tales efectos. Si bien, por donde lo veamos es un logro; se trató de planteles urbanos, también a la vez, sólo se trata de una muy pequeña parte de la muestra nacional, consistente en ocho mil exámenes. Es decir; la aplicación realizada para Michoacán carece de validez muestral y de representatividad como para poder realizar descripciones o inferencias respecto a los resultados que arrojen la captura y sistematización de los cuestionarios respondidos. En suma, qué bueno que se logró contribuir desde la entidad federativa para la aplicación nacional, pero sigue siendo un área de oportunidad contar con una evaluación universal que permita conocer los niveles de logro en el aprendizaje de los estudiantes en la entidad federativa. En todo caso, PISA no serviría para conocer el nivel educativo a nivel estatal si no se pagase una sobre muestra estatal, en aras de conocer los resultados específicos de los estudiantes michoacanos de 15 años, nacidos en 2009, en matera de comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
Esperemos que esta primavera no alcance los niveles de movilización, abandono de clases ni ingobernabilidad que se han dado en años anteriores. En última y más importante instancia, las niñas, niños y jóvenes de Michoacán merecen ejercer sus derechos a estar, aprender y participar en las escuelas siendo desde ahora felices y desarrollándose plenamente para construir su felicidad futura, sin verse afectados por intereses y acciones adultocéntricas. Qué así sea.
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*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C
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