El mural en honor a periodistas en Morelia fue vandalizado, reflejando la grave situación de ataque a periodistas en México. En Michoacán, entre 2006 y 2022, se registraron al menos 11 asesinatos y seis desapariciones de periodistas, y son municipios como Morelia, Uruapan y Zamora algunos de los más afectados.

Morelia, Michoacán.-El mural conmemorativo dedicado a periodistas desaparecidos en México, ubicado en la entrada de la Plaza Cívica de Morelia, sobre la calle Eduardo Ruiz, en el Centro Histórico, ha sido vandalizado sin que las autoridades municipales hayan tomado medidas para su resguardo.

La obra, que visibiliza la violencia y los riesgos que enfrentan los comunicadores en el país, se encuentra deteriorada, lo que ha generado indignación en el gremio periodístico y entre defensores de los derechos humanos.

El mural hacía referencia a la situación de inseguridad que enfrentan los periodistas en Michoacán y en el resto del país, una problemática que ha convertido a México en una de las naciones más peligrosas para ejercer el periodismo.

Desde el año 2000, al menos 167 periodistas han sido asesinados en el país, según organizaciones de libertad de prensa.

En Michoacán, entre 2006 y 2022, se registraron al menos 11 asesinatos y seis desapariciones de periodistas, y son municipios como Morelia, Uruapan y Zamora algunos de los más afectados.

Uno de los casos más recientes que ejemplifica la grave situación es el de Mauricio Solís, director del medio digital Minuto x Minuto Michoacán, asesinado en octubre de 2024 en Uruapan tras concluir una transmisión en vivo. Este crimen se suma a la lista de agresiones contra periodistas, que siguen en la impunidad.

A nivel nacional, los estados de Veracruz, Sonora, Guerrero, Oaxaca, Estado de México y Michoacán se encuentran entre las entidades con mayor número de agresiones a la prensa, colocando a México en el tercer lugar mundial de países con más asesinatos de periodistas, solo por debajo de naciones en conflicto armado.

La omisión de las autoridades en la protección de este mural no sólo refleja la falta de compromiso con la memoria de los periodistas desaparecidos, sino que también vulnera los derechos fundamentales a la libertad de expresión y al acceso a la información.

Especialistas han advertido que la inacción gubernamental contribuye a la normalización de la violencia contra la prensa y debilita los pilares democráticos del país.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) debería iniciar una investigación para determinar si la falta de resguardo de la obra representa una vulneración al derecho a la memoria y visibilización de la problemática que enfrenta el gremio periodístico.

El ejercicio periodístico en México es una labor de alto riesgo, pero es también una pieza clave en el fortalecimiento de la democracia.

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La falta de medidas de protección por parte de las autoridades deja en evidencia la fragilidad de los derechos humanos en un país donde la impunidad y la violencia amenazan con silenciar a quienes buscan informar a la sociedad.