El ajedrez político redefine estrategias en Michoacán, con alianzas volátiles, cambios clave en el gabinete y desafíos en seguridad que marcan el tablero electoral
Ajedrez o estrategia de desgaste
El movimiento de piezas en el tablero del ajedrez político está a la orden del día en Casa Michoacán, afinando estrategias de cara a las elecciones de 2027 para evitar resultar ahogado en la partida.
Ahí la apuesta sigue siendo que una dama sea la que rija los destinos del cuadriculado estatal, y para ello alfiles, caballos, torres y peones han recibido instrucciones de apoyo a aquellas que se consideran puedan allegar los elementos necesarios para el triunfo y garantizar así la sobrevivencia del grupo y la bonanza.
Si bien de inicio la ruta de apoyo parecía encaminada en abrir paso a la coordinadora parlamentaria de Morena en el Congreso, Fabiola Alanís Sámano, para ocupar casilla al lado del rey y tomar su lugar en 2027, hoy las coordenadas políticas habrían cambiado vía enroque y las indicaciones de apoyo se enfilan hacia la secretaria de Educación del Estado, Gabriela Molina Aguilar. Para ello su promoción y cercanía con la corona está a tope.
Como la historia lo demuestra, los reyes son caprichosos, y en las aspiraciones reales del ajedrez michoacano está el aplicar una captura de paso, allegándose un alfil que con distinguido apellido apuntale la nueva partida trazada desde Palacio de Gobierno. La aspiración sería lograr la suma del exgobernador Lázaro Cárdenas Batel y con él restar adeptos y fuerza a causas guindas contrarias a las de Casa Michoacán.
El cambio de piezas, busca crear debilidad en la estructura de ataque de los contrincantes reales, pues dicen que al soberano ha encolerizado las versiones de apoyo presidencial a causas distintas a la suya, las cuales prenden mecha como en reguero de pólvora, minando sus bases de apoyo.
En ello se enfila un nuevo movimiento, dirigido hacía la Fiscalía General del Estado, en donde la inminente salida de Adrián López Solís se da ya como un hecho. Y aunque el actual titular del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, César Erwin Coria esté echando toda la carne al asador, divulgando que será él quien se haga de esa casilla, es bien sabido que torre mata peón, y que la mira del secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña está puesta en esa posición.
Incluso se menciona ya el nombre de Juan Pablo Celis Silva como futuro sucesor en la Secretaría de Gobierno. Sin embargo, en este juego ha quedado claro que lo más mutable son las estrategias y que éstas se transforman en cualquier momento, aunque todas ellas tienen un mismo fin: la permanencia del mismo equipo en el tablero.
En política, los respaldos suelen ser tan sólidos como las alianzas que los sostienen, y en Michoacán, esas alianzas son tan volátiles como estratégicas.
Para Morelia ya también hay juego posicional para no perder tiempo en calcular largas variantes, buscando las mejores casillas para dos piezas previstas: Gladys Butanda y Luis Navarro. Dependiendo las lógicas de género en la contienda política moreliana, la apuesta de Casa Michoacán será por la una o por el otro.
Alerta Amber
Con tantas precampañas no oficiales en marcha, surge una inquietud legítima: ¿qué papel juega el Instituto Electoral? La percepción generalizada es que su relevancia se diluye ante la aparente incapacidad de frenar actos anticipados de campaña.
Hoy el está pagando la factura del recorte de facultades que le aplicó el Congreso de la Unión con la reforma al Poder Judicial, lo que lo ha dejado en este proceso extraordinario como simple espectador de los “albazos” democráticos que tanto criticó el partido en el poder. Con ello el riesgo es claro: un descrédito institucional que mina la confianza pública.
La seguridad: entre Dinamarca y la realidad de Michoacán
El tema de la seguridad sigue siendo el talón de Aquiles para el gobierno de Michoacán. Los informes oficiales que presenta el secretario Juan Carlos Oseguera pintan un panorama muy cercano al de Dinamarca, pero la realidad cotidiana contradice estos datos. Extorsiones al alza, homicidios crecientes, aumento de desaparecidos y manifestaciones constantes exigiendo seguridad, son prueba de que la estrategia actual carece de rumbo. ¿Será que la prioridad del titular es administrar “la bonanza”, y continuar repartiendo abrazos en Michoacán?