Quienes eligen la profesión de sus mayores, tienen la presión adicional de tener que ser, al menos, tan exitosos como ellos

Por: Rita Gironès

Quienes eligen la profesión de sus mayores, tienen la presión adicional de tener que ser, al menos, tan exitosos como ellos. José Ángel lo tomó con filosofía, no ha sido un camino fácil, pero sí ha encontrado donde guarecerse en los temporales. Ningún actor conoce in situ lo que acontecerá en su trayecto: consolidarse como actor tiene sus recovecos, es una profesión generalmente inestable. Además, para el actor capitalino, se suman la crítica comparativa y alguna que otra habladuría. El oficio de entregarse en cuerpo y alma a los personajes requiere de tener una maleta llena de recursos que Bichir tiene claro: salir del estereotipo, arriesgarse y dar más. Confiesa que el sueño de dirigir cine está en su punto de mira. Divertido, carismático, y -como la mayoría de actores-, vulnerable: concesiones que les vienen dadas para meterse en la piel de sus personajes.

¿Qué querías ser de niño?

¡Batman!

¿Qué quieres ser ahora?

De entre muchas cosas, ahora me gustaría dirigir cine.  

Principal rasgo de tu carácter.

Neurótico.

¿Qué importancia le das a las palabras?

Pienso que las palabras se deben cuidar más. Y personalmente yo, las debería cuidar mucho más.

¿Qué cualidad admiras de las personas? ¿Qué detestas de la gente?

Aprecio mucho las personas que son de buen corazón. La humildad y la nobleza de corazón. Y algo que detesto es la mentira.

¿De qué te sientes orgulloso?

Qué buena pregunta. Sabes, me siento orgulloso de haber llegado hasta aquí, hasta este punto de mi vida. Ha sido un gran viaje, al contrario de lo que la gente piensa por venir de dónde vengo, ha sido bastante intenso. Con muchas subidas y bajadas, a veces incluso muy doloroso.

¿Te qué te arrepientes?

¡Me arrepiento de no haber estudiado inglés de niño! Me falta mucho con eso y ojalá lo hubiera hecho desde pequeño.

¿Qué podrías comer y no te cansarías?

Lamento decir que podría comer sin cansarme papitas de esas comerciales (Risas). Bolsas y bolsas, soy adicto a eso.

¿Qué personaje ha marcado tu carrera?

Yo creo que Colate en una obra de teatro, el musical de Nacho Cano. Tú eres española, sabrás del musical “Hoy no me puedo levantar”. El personaje de Colate, uno de los protagonistas, me cambió absolutamente la vida. ¡Nunca se me va a olvidar la experiencia de hacer un musical y conocer a Nacho Cano! Sólo por eso, es una locura. Esta obra se ha hecho muchas veces en México, pero con nosotros fue la primera vez que se montó y que fue él mismo quien la dirigió.

¿Quién te inspira? ¿Quién te da la fuerza?

Sin duda te diría que mi madre me da la fuerza. Es a un nivel muy íntimo, muy personal y también espiritual... Y después, también me inspiro en todos estos artistas grandiosos que hay en el mundo y que tienen una conexión más allá de lo material o de las ambiciones que generalmente se tienen. Me inspiro mucho en los artistas que, en mi percepción, han traspasado el ego. Eso es lo que más admiro y lo que más quisiera hacer: convertirme. Al crecer en este medio, sé perfectamente cómo funciona el ego del actor, del artista. Y es muy cansado, de absoluta flojera, es muy dramático, muy de fachada. ¡Incluso problemático con los seres queridos! A mí me ha tocado por supuesto ver eso: de pronto, afuera en la alfombra roja o en las entrevistas es una cosa, pero internamente es una pesadilla.

¿Tienes alguna debilidad?

Como debilidad te diría que a veces me gusta no hacer nada. Hace tiempo me gustaba mucho la bohemia, ahora ya no tanto porque he tenido que cuidarme, pero muchos años de mi juventud los dediqué a la bohemia hasta convertirse en una gran debilidad… Se pierde mucho tiempo y se merma un poco la salud. (Risas)

¿Qué importancia le das a lo que piensan los otros? Sean los críticos o la vecindad.

Yo trato cada día -y con todas las ganas de mi ser- de esforzarme para que no me importe, pero sería mentira si te dijera que no me importa. La mayoría de veces, sí me importa. Todavía mi ego me ataca con eso y me sigue importando. Yo pasé por un escándalo difícil hace un año que me ha traído muchos problemas en ese sentido. Me ocasionó mucha preocupación y permites que el ego se acreciente pensando en el qué dirán. Cuando uno tiene una pareja, una novia, y truenas, no dejas de pensar qué dirá esa pareja de ti, ¿verdad? Bueno, cuando uno se vuelve figura pública o empiezas a hacerte famoso, ese problema crece. Pero trato con todas mis fuerzas -y seguiré tratando- que no me importe. Me trajo muchos problemas eso… Una de las cosas buenas de madurar y de hacerse mayor es que te deja de importar y cada vez más. Es algo que mientras más joven lo entiendes, mejor te va a ir. Hay algo misterioso que pasa con la edad: te das cuenta que perdiste mucho tiempo en esas cosas y que es absurdo.

¿Crees en el destino?

Sí, totalmente.

¿Qué es para ti la Cultura, José Ángel?

La Cultura es absoluta. Es lo que más debería de importar en el proceso de vida de un ser humano y, lamentablemente, se ha vuelto hoy en día en algo que depende del dinero. No todo el mundo tiene acceso a la cultura y eso es algo terrible. La considero parte fundamental del proceso de experiencia humana. Incluye muchas cosas, incluso el valor y el conocimiento sobre uno mismo en profundidad. Algunos piensan que es algo inalcanzable, que se trata de leer mucho, visitar museos, etc. Otros ven la cultura como algo elitista, sólo para unos cuantos. Entonces se convierte en un estigma. Pero para mí no es así. Cultura puede ser hablar con otro e intercambiar opiniones, por ejemplo. Para mí la Cultura es como el aire, existe y nos pertenece a todos.

Rita Gironès, escritora, docente y artista escénica. Catalana y mexicana. Lleva 20 años residiendo en Michoacán trabajando activamente por la cultura. Apasionada de las Humanidades, obtiene el Premio Nacional de Dramaturgia en México, 2022.

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