La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha retirado por completo su plantón del centro de Morelia, revelando una notable debilidad interna y una drástica disminución en su poder de convocatoria. En sus últimos momentos, la protesta apenas reunía a una veintena de personas, quienes, en conjunto con vendedores ambulantes, mantenían cerrada la Avenida Madero, en el corazón de la ciudad.
Este plantón puso en evidencia la menguante influencia de la CNTE, que tuvo que recurrir a la participación de grupos externos al sector educativo, como el FNLS, para mantener una mínima presencia. A lo largo de los días, se observó una reducción progresiva del número de manifestantes en el primer cuadro de la ciudad.
Las consecuencias económicas para Morelia son significativas. La Asociación de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico de Morelia (Covechi) ha estimado pérdidas cercanas a los 58 millones de pesos debido al cierre de la vialidad, afectando seriamente a la ciudadanía y al comercio local.
A la par que el reducido grupo mantenía el plantón, más de 72 mil trabajadores de la educación en la entidad continuaron con sus labores pedagógicas y administrativas de forma ininterrumpida, asegurando la continuidad del ciclo escolar.
