Morelia, Michoacán/Humberto Castillo Mercado/ACG
Tras el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo en el municipio de Apatzingán, dirigentes de los principales partidos políticos en Michoacán plantearon la posibilidad de cancelar la sesión solemne del Congreso del Estado, programada para este miércoles en esa ciudad, con motivo del aniversario de la promulgación de la Constitución de 1814.
El presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, solicitó que el evento sea suspendido “por falta de condiciones de seguridad” y como una forma de manifestarse contra la violencia que, dijo, ha golpeado durante años al sector limonero de Tierra Caliente.
En entrevista telefónica, Valencia afirmó que la situación en la región es crítica y que “ya nadie puede pronunciarse sobre la inseguridad o sobre el tema de los limoneros, porque quien lo hace pierde la vida a manos del crimen”. No obstante, aclaró que, si el Congreso decide mantener la sesión, acudiría por respeto institucional.
Por su parte, el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Octavio Ocampo Córdova, consideró que la propuesta de Valencia es válida y que podría analizarse o respaldarse, ya que representaría una exigencia de justicia. Subrayó que tanto la Fiscalía General del Estado como el gobierno federal deben atraer el caso y esclarecer el homicidio de Bravo.
El dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Michoacán, Ernesto Núñez Aguilar, también lamentó el asesinato y pidió a la Fiscalía General del Estado y a las autoridades policiales dar con los responsables del acto criminal. Dijo que Bernardo Bravo era su amigo y lo recordó como un hombre joven, emprendedor y con muchos ánimos de sacar adelante al sector limonero.
Exigió que el crimen se esclarezca hasta las últimas consecuencias, al igual que otros homicidios que permanecen impunes y que han cobrado la vida de muchas personas en la región.
Núñez Aguilar agregó que confía en que se cumpla la promesa del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien declaró que no habrá impunidad en el caso, y expresó su esperanza de que esta vez así ocurra.
En tanto, el líder del Partido Acción Nacional (PAN) en Michoacán, Carlos Quintana Martínez, urgió a las autoridades federales y estatales a atender la crisis de inseguridad que no sólo afecta a Apatzingán, sino a todo el estado. Pidió que diputados federales etiqueten recursos para el 2026 para temas de seguridad y estrategia en Michoacán y el país.
El asesinato de Bernardo Bravo, reconocido productor y representante del sector limonero en la región de Tierra Caliente, ocurrió en medio de una escalada de violencia contra agricultores y cortadores de limón, quienes desde hace meses han denunciado extorsiones, cobros de piso y amenazas del crimen organizado.
El coordinador estatal de Movimiento Ciudadano en Michoacán, Víctor Manríquez González, condenó enérgicamente el asesinato de Bernardo Bravo, presidente de Citricultores del Valle de Apatzingán y encargado del Tianguis Limonero, hecho que calificó como un ataque directo contra quienes defienden las causas del sector productivo en la región.
Demandó la intervención inmediata de la Federación para que este crimen no quede impune y se garantice la seguridad de las y los productores y de las y los michoacanos que diariamente enfrentan condiciones adversas, muchas veces bajo amenazas y extorsiones.
“No podemos permitir que se siga normalizando la violencia en Michoacán ni que se silencie a quienes alzan la voz por su gente, la gente demanda paz y se debe garantizar la seguridad de las y los ciudadanos en Michoacán y el país”.
El líder naranja expresó su más sentido pésame a los familiares, amigos y compañeros productores de limón del Valle de Apatzingán.
Cada año, el Congreso del Estado de Michoacán celebra en Apatzingán una sesión solemne en honor a la Constitución de 1814, considerada la primera carta magna liberal de México y símbolo del movimiento independentista encabezado por José María Morelos y Pavón.
Su eventual cancelación, en este contexto de violencia, representaría un acto político de protesta frente a la inseguridad que persiste en la región y que ha cobrado la vida de líderes sociales, productores y defensores del campo michoacano.
Hace unos días, Bernardo Bravo había vuelto a resaltar el tema de extorsión que vive el sector limonero en Tierra Caliente.