Morelia, Morelia
Si algún día tiene algo malo qué decir del gobernador de Michoacán, el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Guillermo Valencia Reyes, asegura que lo hará, pero de momento no tiene nada en su contra.
“De qué me sirve a mí estar en las ruedas de prensa hablando mal del gobernador y después irme a comer con él y decirle: ay, amigo, discúlpame. Vamos a hacer como que somos opositores”, declaró, asegurando que así es como se manejan otros políticos, pero no él.
El titular del Ejecutivo, Alfredo Ramírez Bedolla, “siempre ha sido atento”, aseguró el priista, en respuesta a los señalamientos del secretario general del Partido Acción Nacional (PAN), Javier Estrada, quien aseguró que Valencia “se vendió” a Morena en la elección a la presidencia municipal de Morelia, pues rompió la alianza.
“¿A poco creen que el gobernador, que yo creo que es inteligente y por eso es gobernador, sabiendo los antecedentes que hay de la animadversión que hay conmigo y con Alfonso, va a necesitar pagarme para tronar algo? Si yo desde que entré aquí dije que mi idea era ir en solitario en todo el estado. Si intenté construir fue porque me dio la instrucción mi dirigente nacional. Si no, yo lo mando al carajo desde el principio”, justificó.
Por otro lado, aseguró que su partido ha sabido ser un buen opositor en el Congreso del Estado, que es donde se requiere y no en las ruedas de prensa, pues no respaldó el nombramiento del auditor superior del estado, quien es compadre del gobernador, a diferencia de los diputados del PAN, que votaron a su favor.
“Esa narrativa que traen está mal, mi relación con Morena es meramente institucional. No estoy peleado con ellos pero somos partidos distintos”, diría después.
Tendrán que construir con el PRI de los Valencia
El dirigente estatal del PRI concluyó que independientemente de las declaraciones de Alfonso Martínez y de Javier Estrada, que atribuyó al desgaste del proceso electoral, al final, cuando “se les pase la bilis”, tendrán que construir con “el PRI de los Valencia”, como lo llamaron ambos, al declarar por separado que no irían en alianza con este partido mientras Memo Valencia, su hermano o su grupo político se mantuvieran al frente.
Recordó que le quedan dos años al frente de la diriencia del PRI y que ahora luego de las reformas aprobadas, tiene la posibilidad de buscar la reelección, lo cual está valorando y aseguró que el PAN y el PRD necesitan al PRI.
No obstante, cerró el tema al asegurar que tiene una relación de amistad con Javier Estrada y vaticinó que pronto estarán bebiendo juntos:
“Yo estoy seguro que muy pronto, al menos con Javier, nos vamos a estar echando unos mezcales, porque independientemente de si está en la mesa de decisiones, yo lo estimo mucho”.