Morelia, Michoacán

Casi 500 ciudadanos colombianos, entre exmilitares y civiles con entrenamiento diverso, han sido reclutados en ese país por grupos criminales mexicanos, algunos de ellos por la fuerza, reveló el cónsul de la Embajada de Colombia en México, Alfredo Molano Jimeno.

El funcionario aclaró, asimismo, que “no son solamente pistoleros a sueldo que llegan a integrarse a los cárteles, sino también hay víctimas enganchadas”.

El diplomático afirmó que Michoacán, con 40 personas, registra el mayor número de militares retirados colombianos enlistados en organizaciones delincuenciales, principalmente en el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras, actualmente aliados en la entidad.

En la sede diplomática colombiana en Ciudad de México, Molano Jimeno expuso que el reclutamiento de elementos de origen castrense no es un fenómeno nuevo en México, sino que lleva años tomando cada vez más fuerza.

Preocupado porque se pueda generar una ola anticolombiana en México, el diplomático añadió que algunos de los excombatientes llegan a territorio mexicano como pistoleros, pero otros con bajos salarios o sin jubilación arriban con ofertas de trabajo de seguridad engañosas, y una vez que ingresan, son forzados a integrarse a la delincuencia organizada por su experiencia en el manejo de armas y tácticas de guerra.

Detalló que los exmilitares, muchos de ellos con 20 o 25 años combatiendo en el pasado en el conflicto armado colombiano, llegan a la Ciudad de México o Cancún, para después ser trasladados a entidades como Michoacán, Jalisco y Colima, entre otras.

Molano Jimeno detalló que han registrado casos de colombianos que, tras negarse a pertenecer a la delincuencia organizada, son entregados por los criminales a las fuerzas de seguridad mexicanas.

“Son entregadas a la fuerza pública y son capturadas con armamento y terminan involucradas en procesos legales en México”, lamentó.

El diplomático rechazó que los cárteles mexicanos solamente incorporen a sus filas a colombianos, pues, dijo, se ha podido constatar que también cuentan con personas de Venezuela, Guatemala y El Salvador, muchas de ellas igualmente con formación militar.

Consideró, por último, que México vive un paramilitarismo similar al registrado en Colombia, en el que los grupos criminales aplican técnicas de terrorismo, como el uso de minas antipersonales y drones cargados con explosivos que obligan a la población a desplazarse de sus lugares de origen.

Insistió en que México y Colombia comparten condiciones semejantes en el tema del narcotráfico, violencia e idioma, lo que facilita la llegada de nacionales de ese país a territorio mexicano.