Morelia, Michoacán
Cristina Rodríguez Lorenzo, es una mujer de origen mazahua y es profesora en la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM) en la Unidad Académica Otomí-Mazahua, da clases de su lengua y se preocupa por la conservación de ésta y porque los alumnos puedan apreciar el valor y la necesidad de hablar y conocerla.
La profesora relata su contacto con la UIIM y cómo se transformó su vida gracias a que estudió en ella.
Rodríguez recuerda cómo, al buscar opciones educativas, encontró un cartel que anunciaba la Universidad Intercultural Indígena de Santo Domingo de los Balsas. Lo primero que llamó su atención es que era una universidad indígena y que era gratuita, después de corroborar este hecho, se inscribió y comenzó a ir a clases. Este fue un momento clave en su vida, ya que, a pesar de haber olvidado su lengua en su entorno cotidiano, la universidad le ofreció la oportunidad de redescubrirlas.
“Me empiezan a dar clases en mi lengua y empiezo a reafirmar mi identidad, que a lo mejor traía perdida por ahí, que a lo mejor quería olvidar”, comparte Rodríguez Lorenzo.
Esta nueva conexión con su identidad no solo fue emocional, sino también profesional. Fue en la UIIM donde escribió su tesis sobre las plantas medicinales de su comunidad, un trabajo que documentaba su uso tradicional.
Gracias a su formación, Rodríguez encontró trabajo en la documentación y traducción de textos en su lengua, colaborando con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y otras instituciones, y se formó para ser intérprete en contextos jurídicos en los que muchas veces los hablantes de lenguas originarias no pueden comunicarse en español.
Ahora es profesora de la UIIM, se dedica a enseñar a nuevas generaciones de estudiantes sobre su lengua y la importancia de conservarla y promoverla. En sus clases, además de impartir conocimientos, trabaja en la creación de materiales didácticos junto a sus alumnos, con el objetivo de enseñar la lengua en otros espacios educativos.
La profesora Mazahua está interesada en brindar opciones para los jóvenes indígenas y se preocupa por su desarrollo y crecimiento.
“Nuestros jóvenes están descarrilados, ya no les interesa la parte de la cultura, ya no les interesa regresar a su identidad. Pues hay que buscarlos mediante el ejemplo y decirles, eso sí te va a servir. La universidad me ayudó a formarme como alumna indígena, como persona de la comunidad, para regresar a mi comunidad y dejar ese legado en los estudiantes”, expresó Rodríguez Lorenzo.
La vida de Cristina cambió al entrar a la UIIM, recordó y aprendió su lengua, aprendió a escribirla y a traducirla, esto le brindó trabajo y sustento, pero, sobre todo, le devolvió su identidad. Ahora, el compromiso de la profesora mazahua es mostrarle a su comunidad y a los jóvenes que preservar la lengua y las culturas originarias puede transformar sus propias vidas.