Morelia, Michoacán.- La construcción de la Catedral de Morelia se inició el 6 de agosto de 1660 y fue terminada en 1744; un proyecto del arquitecto italiano Vicencio Barroso Escayola.
Su estilo es barroco, cuenta con 200 pilastras y no tiene columnas. Ofrece en su conjunto una grata impresión de proporción y esbeltez, especialmente por su par de torres elevadas que se elevan a 66.8 m de altura, lo que las convierte en las cuartas más altas de México. Cada una de ellas está conformada por tres cuerpos de altura y anchura decrecientes, que pasan del cuadrado al octágono, culminando con una cruz de hierro.
El guía de turistas, Jorge León, nos platica un poco sobre la historia de la majestuosa Catedral de Morelia. «En sí, fueron 84 años; de 1660 a 1744. Y aún así fue un lapso largo, porque varios de los alarifes, que eran los arquitectos en ese entonces, no sabían quién continuara la obra en ese momento».
Su fachada de cantera rosa ostenta una triple portada, cada una dividida en tres cuerpos con pilastras tableradas y nichos.
«El atrio se puso después de 1800, para dar la limitación, la zona limitrofe de lo que era la Catedral. Pero en su momento, era totalmente abierta, porque entraban hasta con caballos».
Los más importante de este monumento arquitectónico, es su magnífico órgano tubular de estilo churrigueresco que cuenta con 4,600 flautas y que fue fabricado en Alemania a principios del siglo XX.
«Al ser una Catedral imponente, era necesario tener un órgano monumental. Entonces para 1902, es que llega este órgano, es alemán. En 1902 se coloca y se construye, en su totalidad, dentro de la Catedral y a partir de ese momento comienza a funcionar hasta hoy en día».
Una leyenda que caracteriza a la Catedral, es de las llaves que están plasmadas en la torre poniente; unas llaves de color rojo. Las cuales muchos no saben cuál era la razón de ellas.
«Se dice que por debajo, en los túneles, comúnmente se hacían Misas Negras, de adoración al diablo. Y con uno de los sacrificios, era tomar su sangre y colocaban una llave; abriendo una puerta al infierno. Supuestamente. Esa fue la leyenda que se colocó».
La realidad, es que las llaves son como un pago para el picapedrero. Cuando terminaba de tallar la piedra, él tenía su marca y así sabía cuántas fue las que talló, y podia cobrar.
Hoy en día, la Catedral es un símbolo para la ciudad de Morelia y para el estado de Michoacán, gracias a qué es una gran atracción de turistas no solo de México, sino de alrededor del mundo.
«Para mí es un gran orgullo, porque es muy conocida en todo el país. Trae a gente de muchos estados y países, que vienen a conocerla». «Yo siento muy bonito, porque tengo amigos de muchos lugares, de muchos lados, y me dicen siempre que quieren venir a ver la Catedral; por su arquitectura y todo eso», fueron las palabras que nos compartieron algunas personas locales y turistas.