Morelia, Michoacán, 20 de diciembre de 2024.- Un hallazgo sorprendente ha generado optimismo entre los biólogos australianos: un nido con nueve huevos de emú costero, una de las aves más grandes del mundo y cuya variante costera está catalogada como en peligro de extinción. Los huevos, de un vibrante color azul turquesa, fueron descubiertos en una reserva forestal del estado de Nueva Gales del Sur, al suroeste de Australia.
Según los investigadores, la tonalidad llamativa de los huevos recuerda al plumaje de las hembras durante el periodo de apareamiento, una adaptación que posiblemente juegue un papel en su supervivencia. Esta especie, endémica de Australia, enfrenta graves amenazas debido a la pérdida de hábitat y la reducción de su población, por lo que el descubrimiento marca un rayo de esperanza para su conservación.
El emú y su histórica “guerra” con Australia
El emú costero no solo es conocido por su rareza y su tamaño imponente de hasta 1.80 metros de altura, sino también por su peculiar protagonismo en uno de los eventos más insólitos de la historia: la “Gran Guerra del Emú”. Este enfrentamiento tuvo lugar en 1932, cuando un grupo de 20,000 emús migró hacia tierras agrícolas del oeste australiano en busca de agua y trigo durante la Gran Depresión.
Los animales, atraídos por las cosechas, arrasaron con cultivos destinados a soldados veteranos de la Primera Guerra Mundial que habían sido incentivados a plantar en la región. Ante esta crisis, el gobierno envió un destacamento armado con dos ametralladoras Lewis y miles de cartuchos para enfrentarse a las aves.
Una batalla perdida para los humanos
Sin embargo, los emús demostraron ser enemigos formidables. Con una velocidad que alcanzaba los 48 km/h y una habilidad sorprendente para esquivar disparos, las aves burlaron a los militares en repetidas ocasiones. Incluso una emboscada con un camión armado terminó en fracaso, consolidando la derrota del destacamento.
Aunque la “guerra” fue objeto de burlas en la prensa de la época, el episodio ilustra la resiliencia de estas aves, que hoy, irónicamente, enfrentan otra batalla, esta vez por su supervivencia.
El reciente hallazgo de los huevos renueva la esperanza de los conservacionistas de proteger a esta peculiar especie y asegurar su continuidad en los ecosistemas australianos. (CON INFORMACIÓN DE: AS)