Morelia, Michoacán a 16 de diciembre del 2025.- Doña Eva Zavala, una devota religiosa y amante de las posadas, no abrió las puertas de su casa para contarnos las grandes historias que ha vivido durante los 56 años organizando las tradicionales posadas.
Esta tradición de surgió después de que Doña Eva, fue diagnosticada con cáncer cuando tenía ocho meses de embarazo, motivo por el cual, decidió encomendarse a la Virgen de Guadalupe y a cambio de la salud de ambas, ella prometía realizar cada año 9 posadas en su honor hasta que ella muera.
“Porque, mire, yo a mí me operaron de un tumor canceroso. Tenía ya tercer grado y ya le habían dicho a mi esposo que pues yo me iba a morir y tenía la mamá de esa niña chiquita de 8 meses. Y le pedí mucho que me ayudara, que me ayudara para ver a mis hijos. Y sí, bendito Dios, que Dios me dio licencia de llegar a este día y todavía estoy aquí.” Nos compartió entre lágrimas.
Doña Eva y su familia trabajan en la elaboración de piñatas para toda la ocasión, lo qué, le permite ahorrar un poco de dinero para esta temporada festiva, ya que toda la organización de la posada corre por cuenta de ella, de su esposo y sus nietos que la ayudan para hacer este deseo realidad.
“Pues yo recibo a nuestro señor con mucho gusto y a los niños que vengan, personas grandes, porque llegan grandes y llega mucha gente. Y si no alcanzan las posadas pero ningún niño se va sin nada a todos les damos. ¡Bendito Dios! que me socorre para darles.” Puntualizó.
A pesar de que ve que las tradiciones van cambiando, Doña Eva, espera que sus 5 hijos, 20 nietos y 18 bisnietos, sigan compartiendo estas tradiciones cuando ella ya no esté presente.
“Hasta que Dios me recoja, las seguiré haciendo.” Finalizó.