Morelia, Michoacán

Su día se instituyó en México en 1998, hace 27 años, para reconocer la labor y sabiduría de los adultos mayores y para resaltar su importancia en la estructura familiar y social.

Por su condición vulnerable, es obligación del Estado procurarles condiciones de salud, economía, salud mental, apoyo social y cuidados.

En 2021, hace cuatro años, 12 de cada 100 mexicanos eran adultos mayores, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Para el 2050, la proyección es que esta proporción aumentará a 23 de cada 100 personas en esa condición, en el país.

“El más reciente dato sobre la proporción de adultos mayores corresponde al INEGI; en 2020, en México vivían poco más de 17 millones de personas de 65 años y más, de las cuales cerca de 600 mil correspondieron a Michoacán, indicadores que van en ascenso”, expone Víctor Hugo Anguiano Zamora, titular de la Procuraduría de la Defensa y la Representación del Adulto Mayor.

En contraste, en 1990 México apenas reportaba 5 millones de adultos mayores, según el INEGI.

Y es que la tendencia natural de la población en México que ha ido envejeciendo ha tenido un impacto negativo en la economía, además de proyecciones de mayor afectación en este rubro, refiere el académico Heliodoro Gil Corona, investigador adscrito a la Facultad de Economía, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

Este comportamiento, menciona Heliodoro Gil, ha propiciado que el Sistema de Pensiones en México esté bajo presión, lo que “ya se venía viendo, al menos en las últimas dos décadas”, explica.

Esto, agrega, es a causa de los problemas por el desajuste entre la población que labora y la que ya no ejerce un empleo.

“Se nota en las semanas cotizadas, una situación a la que el gobierno federal deberá hacer frente, con previsiones financieras y fiscales sobre sus ingresos y gastos”, plantea el académico.

Sin una pensión o con un ingreso insuficiente, Gil Corona calcula que al menos 30% de los adultos mayores tienen la Pensión del Bienestar, que otorga el gobierno federal, su única o principal fuente de recursos.

Esto es, 6 mil 200 pesos cada dos meses, es decir, 3 mil 100 pesos mensuales o 37.06% del salario mínimo.

El Sistema de Pensiones no es ni será el único rubro donde se observa el efecto del envejecimiento de los mexicanos. El sistema de salud enfrenta ya, y esto continuará, la demanda de atención médica de personas adultas mayores con una incidencia de enfermedades crónico degenerativas, o que requieren una constante atención, como el cáncer.

Si bien en la salud México ya tiene una problemática por la carencia en el acceso a servicios médicos, con la población adulta mayor al alza, esta insuficiencia en resultados prácticamente se duplicará, proyecta el investigador.

Más aún, Gil Corona refiere que la reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, presentó un “dato muy revelador”, sobre la degradación del trabajo productivo de los adultos mayores en el país.

Y es que la ENOE mostró que de tres millones 488 mil personas mayores de 65 años ocupadas, 76.6% lo está en la informalidad.

Esto es, poco menos de ocho de cada 10 adultos mayores que trabajan carecen de prestaciones laborales y seguridad social, con que hacen frente al proceso de envejecimiento sin atención médica, aguinaldo, prima vacacional o crédito hipotecario.

Respecto de los adultos mayores que no laboran, el académico e investigador expone que es complejo atender a una población no ocupada, que en muchos casos está altamente calificada, pero por su edad ya no es considerada útil para los sectores productivos.

La Procuraduría para la Defensa y la Representación del Adulto Mayor revela que conoce de al menos mil casos de adultos mayores en abandono.

En estos casos, subraya su titular, Víctor Hugo Anguiano, los municipios son los primeros respondientes, mientras que la procuraduría coordina acciones y rutas de atención.

Destaca que ante el panorama actual y venidero para Michoacán y México, sobre la composición de la población y la tendencia al envejecimiento, “hemos tenido acercamientos con algunas instancias, como el Consejo Estatal de Población (Coespo), para compartir información y establecer las primeras mesas de trabajo”.

Sin embargo, admite: “aún no tenemos acciones concretas” para atender a la población adulta mayor en crecimiento, mas allá de la implementación de la Pensión del Bienestar.

Menciona que en el Congreso del Estado existen proyectos para tipificar el abandono de personas adultas mayores como un delito.

Además, sólo ocho estados en el país cuentan con una procuraduría especializada en este grupo etario, sin que exista una instancia homóloga federal, como tampoco en los municipios michoacanos.

Desde la esfera familiar, hasta la escala nacional, el envejecimiento de la población representa un desafío para México que tiene y tendrá efectos en los rubros económico y social.