En Guadalajara, en pleno mes del orgullo LGBT+, una denuncia por transfobia ha sacado a la luz las persistentes formas de violencia laboral que enfrentan las personas trans en el estado de Jalisco. Madeleine Ivana, mujer trans y embalsamadora, ha hecho pública su experiencia de despido injustificado y agresiones verbales dentro de una funeraria ubicada en la colonia Oblatos.
Aunque su contrato eventual era por tres meses, fue despedida a los 50 días bajo el argumento de un supuesto “exceso en el presupuesto”. Sin embargo, Madeleine señala que esta fue una excusa, y denuncia un patrón de hostigamiento por parte de un familiar del propietario, quien le expresó directamente que no “servía como embalsamadora” y se refirió a ella con insultos transfóbicos.
Uno de los momentos más críticos ocurrió cuando, al salir de una reunión con la gerencia, este mismo individuo la increpó gritándole que “era un hombre” y que debía retirarse. La agresión no quedó en lo privado: en un grupo de mensajería interna, otros empleados continuaron refiriéndose a ella de forma misógina y negando su identidad de género.
Estos hechos no son aislados. Organizaciones civiles como Unión Diversa de Jalisco han advertido que, pese a la existencia de leyes contra la discriminación, la población trans sigue siendo la más violentada dentro del espectro LGBT+, especialmente en entornos laborales. “La discriminación por identidad de género sigue presente, incluso en empresas que presumen neutralidad”, afirma Fascinación Jiménez, vocera de la asociación.
Madeline ya no busca recuperar su empleo. Respaldada por su abogada, presentó una denuncia ante la Fiscalía del Estado por actos que vulneran su dignidad humana. Además, ha sido blanco de amenazas de muerte tras compartir públicamente su historia en redes sociales.
Su caso se ha convertido en un llamado urgente a visibilizar las violencias normalizadas que enfrentan muchas personas trans en sus espacios de trabajo. Más allá de una denuncia individual, Madeleine exige justicia colectiva para todas las mujeres trans que han sido violentadas, despedidas o invisibilizadas simplemente por existir.
Fuente: Milenio