La falta de organización y la percepción de exclusión han generado un clima de desconfianza hacia los procesos impulsados por el gobierno federal; Acusan simulación en foro indígena
El foro nacional sobre derechos de los pueblos indígenas para el Plan Nacional de Desarrollo, fue calificado como una “simulación”, por parte del
Entrevistado este domingo, Pavel Ulianov Guzmán Macario, representante del CSIM, mencionó que la desorganización en el evento y la imposibilidad de participar activamente en las mesas de trabajo, llevaron a que varias de las comunidades asistentes decidieran retirarse en señal de protesta.
De acuerdo con el vocero del Consejo, el foro no cumplió con los principios de una consulta previa, libre e informada, ya que la información fue proporcionada de manera tardía y el formato del evento no permitió un diálogo abierto.
Criticó que la mayoría de los pueblos originarios de México no estuvieron representados, pues considero que los 64 representantes de pueblos indígenas de México pertenecen a la esfera oficialista y no representan verdaderamente a las bases de los pueblos indígenas.
Dijo que quienes lograron ingresar al foro, fueron relegados a un salón contiguo con pantallas, por lo que no pudieron hacerse presentes ante las autoridades federales y el gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedoya que estaban en el presidio, cumpliendo así un papel meramente testimonial, sin oportunidad de plantear sus inquietudes.
Los representantes indígenas expresaron su preocupación por la falta de avances en temas cruciales como el presupuesto directo para las comunidades y la implementación del plan de justicia.
Según señalaron, las autoridades federales presentes abandonaron el foro antes de abordar estos temas, y dejaron sin respuestas claras a los asistentes.
Ante esta situación, las comunidades indígenas de Michoacán anunciaron que presentarán sus inconformidades por escrito y reiteraron su exigencia de que los recursos destinados a sus pueblos sean distribuidos de manera justa y directa.
También hicieron un llamado a que futuros encuentros se realicen en espacios abiertos dentro de sus comunidades, donde puedan garantizarse procesos de participación efectivos y acordes con los estándares internacionales.
La falta de organización y la percepción de exclusión han generado un clima de desconfianza hacia los procesos impulsados por el gobierno federal, lo que ha motivado a las comunidades a insistir en la defensa de sus derechos de manera independiente y organizada.