Morelia, Michoacán, 28 de febrero de 2025.- Una década después de la legalización de la eutanasia en Canadá, los activistas provida dicen que los vientos políticos y culturales están cambiando a favor de la vida, pero aún queda mucho trabajo por hacer para que retroceda el permisivo régimen de muerte asistida del país.

En febrero de 2015, la Corte Suprema de Canadá dictaminó en el caso Carter vs. Canadá que la prohibición de la muerte asistida era ilegal. Esto permitió por primera vez que los médicos pudieran ayudar a matar a pacientes que sufrían enfermedades incurables.

El tribunal retrasó la implementación de la muerte asistida durante más de un año. La práctica finalmente se volvió legal en junio de 2016.

El quinto informe anual de Health Canada sobre la Asistencia Médica para Morir (MAID), publicado en diciembre de 2024, reveló que la eutanasia es responsable de casi 1 de cada 20 muertes en el país, con 15.343 personas sacrificadas por funcionarios médicos en 2023.

Los provida canadienses han trabajado durante estos años para hacer retroceder la eutanasia. Sin embargo, esta práctica se ha vuelto más permisiva con una legislación en 2021 que permitió sacrificar a pacientes cuyas muertes «no eran razonablemente previsibles».

Alex Schadenberg, director ejecutivo de la Coalición para la Prevención de la Eutanasia de Canadá, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que la lucha contra la eutanasia es «una batalla a largo plazo».

«Para deshacer la situación por completo, necesitaríamos otra decisión de la Corte Suprema de Canadá», dijo. «Eso no sucede de la noche a la mañana. Eso requiere mucha realidad política».

La Coalición dice que trabaja para hacer cumplir las prohibiciones sobre la eutanasia y “aumentar la conciencia pública sobre los cuidados paliativos”. También busca “representar a los vulnerables y, cuando sea apropiado, defender ante los tribunales las cuestiones relacionadas con la eutanasia y el suicidio asistido”.

Schadenberg señaló que, en su implementación de la MAID, el gobierno federal fue más allá de lo que exigía la decisión de la Corte Suprema.

Los activistas están tratando la lucha como una “situación a largo plazo”, dijo, pero “es necesario que el gobierno haga un cambio”, y el actual gobierno liberal ha protegido e incluso ampliado la eutanasia.

David Cooke, director de Campaign Life Coalition con sede en Ontario, dijo a CNA que su grupo ha estado “luchando contra la eutanasia desde que escuchamos por primera vez las propuestas o sugerencias de legalización en la década de 1990”.

 “Desde que se ha legalizado, hemos redoblado nuestros esfuerzos para no ampliarla y, si es posible, volver a penalizarla”, dijo. Indicó que están trabajando para generar un cambio tanto político como cultural.

Las leyes canadienses se han vuelto considerablemente más permisivas desde 2015. El año pasado, el gobierno federal comenzó a solicitar activamente opiniones para legalizar las «solicitudes anticipadas», con las que los ciudadanos pueden pedir de antemano que se les practique la eutanasia cuando su condición de salud no les permita dar su consentimiento. El año pasado, el gobierno provincial de Quebec comenzó a permitir esa práctica.

Y aunque el año pasado el gobierno nacional retrasó su intención de ampliar la eutanasia para personas con enfermedades mentales, esa expansión está proyectada para 2027.

Mientras tanto, el año un juez dictaminó que una canadiense con autismo tenía derecho a que un médico le practicara la eutanasia, a pesar que el padre argumentó que los síntomas físicos de su hija se derivaban de trastornos psicológicos y no una dolencia estrictamente física.

Tanto Schadenberg como Cooke expresaron su consternación por la ampliación de las leyes de eutanasia del país. Pero también dijeron que la muerte asistida, cada vez más permisiva en el país, estaba encontrando un rechazo inesperado.

 “Se ha salido tanto de control y se ha vuelto tan demente que ha habido una enorme reacción pública”, dijo Cooke. Recordó un caso de 2022, en el que un médico practicó la eutanasia a una mujer después de afirmar que sufría de “sensibilidad química múltiple”, un diagnóstico controvertido y discutido que algunos médicos dicen que puede ser de origen psiquiátrico.

 “A medida que el número de asesinatos por muerte asistida ha aumentado año tras año, y a medida que han surgido más historias de canadienses heridos que se ven obligados a recurrir a la eutanasia por falta de apoyo o por ‘proveedores’ demasiado entusiastas, la reacción en los medios de comunicación y entre el público ha crecido”, dijo Cooke.

Schadenberg, por su parte, recordó que un informe de 2024 reveló que durante años se cometieron cientos de violaciones de la controvertida ley de eutanasia, aunque ninguna fue denunciada ante las autoridades.

Schadenberg dijo que, si bien esta revelación no ha provocado una reacción generalizada contra la eutanasia, sí ha alejado a gran parte del público de la posición de que “todo está bien, no hay que preocuparse”.

 “Es una cuestión completamente nueva sobre qué se puede hacer”, indicó.

El rechazo también ha surgido de otras fuentes sorprendentes. El grupo activista que ayudó a legalizar la eutanasia advirtió el año pasado que se necesitan salvaguardas gubernamentales adicionales para combatir los abusos del programa.

Liz Hughes, directora ejecutiva de la British Columbia Civil Liberties Association, que encabezó la campaña a favor de la legalización, dijo al National Post que el gobierno “debe implementar, revisar activamente y hacer cumplir las salvaguardas adecuadas para garantizar que las personas tomen esta decisión libremente”.

Mientras tanto, en diciembre, el gobierno provincial de Alberta anunció que estaba considerando varias posibles regulaciones sobre la eutanasia, incluyendo “la creación de una nueva agencia pública y legislación para supervisar” el programa, así como “limitaciones en los criterios de elegibilidad para la MAID y sobre la MAID como una opción para los pacientes”.

A nivel nacional, el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, prometió que si llega a ser primer ministro bloqueará la expansión de la MAID a la salud mental. Para Cooke es un “rayo de esperanza” para los provida.

Schadenberg dijo que los activistas “no están en esto porque sea fácil”. “Estamos comprometidos a prevenir el asesinato de personas”, afirmó.

Por su parte, Cooke señaló que su grupo está “trabajando todos los días para instar a nuestros representantes electos a actuar para defender toda la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, incluso a través de peticiones, manifestaciones y reuniones con legisladores.

 “Creemos que, con la ayuda de Dios y por su gracia, veremos un cambio en este país”, dijo. Afirmó que “después de 10 años de la sombría oscuridad de la eutanasia legal, es sólo cuestión de tiempo antes de que la gente vuelva a sentirse atraída por la luz de la santidad de la vida”. (CON INFORMACIÓN DE: ACIPRENSA)