Romina Mircoli confirma medidas de protección tras amenazas. Su mensaje a la familia: el subsidio se terminó.
Romina Mircoli, hija de la fallecida cantante Dulce, confirmó a que siguen vigentes las medidas de protección contra personas que la han amenazado, difamado e intimidado tras el fallecimiento de su madre.
Entre los involucrados están Ofelia Cano, Francisco Cantú, su prima Lizabeth Noeggerath y su tía Isabel Noeggerath.
“Ya recibieron, ya lo saben porque se les publicó, ya lo saben que eso ya existe y si esta gente quiere seguir —porque son varios— si quieren seguir en contra de lo que ya se les está avisando, pues van a ser responsables de lo que hagan. Yo creo que lo más sano es que de verdad ya se den la vuelta, comprendan que pues el subsidio se acabó y que de verdad ya busquen un camino de bien.”
Romina también reveló que, tras encontrar muñecos y animales desollados en la parte trasera de su camioneta, ha tomado medidas adicionales para su seguridad:
“Yo actualmente no me encuentro en mi casa. O sea, yo no he regresado a mi casa desde hace como una semana y unos días, no puedo decir exactamente ni dónde estoy, pero ya llevo más de una semana a raíz de esta situación y fue eso precisamente lo que me hizo levantar… eh… la orden de… como le decimos en México, las medidas cautelares y de protección, ¿no? Que viene siendo la orden de restricción.”
Sobre los objetos encontrados, Romina explicó que hay elementos que la hacen vincular el hecho con personas específicas: “Tristemente en esta situación, pues, si alguien te deja un pescado y conoces a alguien que trabaja en una pescadería, pues vas a pensar en esa persona. Hay motivos por los cuales yo, al pensar… conectar la situación de por qué tengo un frasco de brujería, pues me lleva directamente a una persona de ese grupo en particular.”
En medio del conflicto con sus familiares, Romina respondió al mensaje que su prima Lizabeth publicó en redes sociales, donde decía: “La única herencia que Dulce nos dejó fue la tortura de tener que lidiar contigo.”
“Pero yo les deseo de verdad que sean muy felices, lejos de mí. Ellas no me necesitan y yo no las necesito. Ellas dicen que yo soy su herencia maldita, renuncian a su herencia de verdad, ¿eh? O sea, a mí no me interesaba ser parte de la vida de ellas. Por algo nunca han conocido a mi hijo, por algo nunca ni siquiera me felicitaron en el nacimiento de mi hijo y por algo mi mamá jamás las acercó a mi hijo. Es todo lo que voy a decir.”
Respecto al presunto fideicomiso que Dulce habría dejado a su nieto, y que Lizabeth cuestionó públicamente, Romina fue tajante:
“Yo no le creo, que, aunque hubiera sido cierto, eso no se dice. Y esa información no se divulga. ¿Por qué siquiera tendrías que cuestionar si una criatura es digna o no, un chiquito de 6 años es digno o no o tiene que hacer méritos para recibir algo que la persona, su abuela que lo adoraba, le quería dejar? Se me hace muy triste, pero de verdad que se meta con mi hijo, se me hace muy bajo, sobre todo, estás fomentando el riesgo de un secuestro. Y yo te digo, si mañana me secuestran, a mi hijo, yo no tengo ese dinero. O sea, yo no tengo ese dinero, no existe, nunca lo he visto.”
Mircoli también defendió la generosidad de la intérprete de “Heridas” en vida, pero dejó claro que esa ayuda no es obligatoria:
“Mi mamá fue una gran proveedora. Mi mamá nos dio a todos siempre de manos llenas. Subsidió la vida de mi abuela toda, subsidió… pues la vida de otros miembros. De verdad que les dio todo en vida y que en vez de haber administrado eso bien o decir, ‘Bueno, ni modo, lo gozamos’, crean que eso sea mi obligación. Y pues no lo es. No hay… y no porque mi mamá les dio significa que eso era infinito.”
Finalmente, sobre el conflicto que se ha intensificado tras la muerte de Dulce, Romina concluyó: “Pues creo que es un resentimiento muy profundo. Ellas más bien han sido quienes han estado fomentando el tema de que si el testamento, que si esto, que si yo envenené, que si yo… Y tan es así que a ellos están diciendo que no es cierto. Yo, de verdad, sí tengo miedo por mi hijo. Y tengo miedo por las cosas que están diciendo y cómo se pueden malinterpretar.”