Morelia, Michoacán, 15 de enero de 2025.- El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia enfrentará un recorte de 68.4% en su presupuesto para 2025. Esto significa pasar de 14,722 millones de pesos asignados en 2024 a solo 4,657 millones. Esta decisión pone en riesgo la atención a una población que ya enfrenta desafíos graves en salud y bienestar.
La tasa de mortalidad infantil en México muestra un incremento preocupante. En 2018, era de 12.92 por cada 1,000 nacidos vivos, y para 2022 subió a 13.3.
Estados como Chihuahua, Yucatán y Tlaxcala registran cifras superiores a 14 por cada 1,000 nacidos vivos, reflejando desigualdades regionales.
Los casos de cáncer infantil aumentaron significativamente.
En 2018 se reportaron 2,249 nuevos casos, mientras que para 2023 la cifra superó los 3,500. Además, más de un millón de niños menores de cinco años enfrentan desnutrición crónica y cerca de 700,000 padecen anemia.
Aunque la cobertura promedio de vacunación alcanzó el 86.6% en 2023, sigue lejos de ser universal. El programa de vacunación también sufrió un recorte de 18%, dificultando alcanzar metas de inmunización y exponiendo a más niños a enfermedades prevenibles.
Los trastornos mentales afectan hasta al 51.3% de los adolescentes en México.
La ansiedad y las fobias son los diagnósticos más comunes. Sin embargo, los programas destinados a atender estas condiciones son insuficientes.
Con dos millones menos de niños en México desde 2018, el recorte presupuestal representa un retroceso en los avances logrados. La atención integral a la infancia y la adolescencia requiere mayores recursos, no menos, para garantizar su desarrollo pleno y su derecho a la salud. (CON INFORMACIÓN DE: SIETE 24)
