“Ni bola de cristal ni tiro al blanco en la atención al paciente del primer nivel, sino que el diagnóstico se deriva del conocimiento del médico con base a su educación médica continua”, coincidieron en señalar los doctores Lucila Ayala Barriga y Maximino César Jiménez Zavala, en entrevista este fin de semana.

La presidenta de la Sociedad Michoacana de Médicos Familiares y el presidente del Instituto Nacional de Educación Médica Continua (INEMEC) en Michoacán, rechazaron los términos de “atinarle, adivinar o predecir” la enfermedad de un paciente cuando ingresa a un consultorio de primer nivel de atención.

Y remataron: “No tenemos bola de cristal ni el diagnóstico se basa en tirarle al tiro al blanco”, respectivamente, ante pregunta si poseen una bola de cristal para adivinar o atinarle a la enfermedad del paciente.

Además, rechazaron que exista rivalidad o enemistad profesional entre los médicos generales y los médicos familiares. “En el sector salud somos los mismos, solamente nos cambian los colores políticamente hablando y nos bautizan con diferentes nombres de acuerdo al gobierno en turno”, evidenció Jiménez Zavala, mientras que Ayala Barriga subrayó que médicos generales y médicos familiares “todos tenemos la misma finalidad. A nosotros nos interesa la salud más allá de colores y política en salud. Lo importante es el paciente y no la política”.

Dentro de las similitudes entre los médicos generales y los médicos familiares, coincidieron en la educación médica continua. Ambos gremios tienen sus sesiones de trabajo y de preparación constante. Los primeros acuden al INEMEC Michoacán cada viernes y sábado a cursos, talleres y diplomados en línea y precisamente este fin de semana comenzó un diplomado en nutrición clínica.

En tanto que los segundos, en voz de su presidenta, anunciaron su próximo Octavo Congres Regional de Medicina Familiar, que se efectuará del seis al ocho de noviembre próximo y al que convocaron a los profesionales del primer nivel de atención, enfermeras, entre otros, que estará presidido por ponentes internacionales, nacionales y locales, a través de charlas y conferencias magistrales. Indicó que las inscripciones siguen abiertas y pueden consultar al teléfono 4431107015 y en sus propias redes sociales. Destacó que dicho congreso está avalado por la Federación Mexicana de Médicos Familiares.

Otra coincidencia entre ambos organismos médicos es el proceso de certificación, que consiste en un examen inicial y posteriormente la recertificación, cada cinco años, a través de asistencia a cursos, diplomados, talleres o congresos como el anunciado.

En cuanto a las principales patologías que los médicos familiares atienden en consultorio de primer nivel, Ayala Barriga, que se desempeña en la Unidad de Medicina Familiar No. 80 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelia, dio a conocer que pueden derivarse en: enfermedades infecciosas, que comprenden las de tipo infeccioso, digestivo, urinarias y de transmisión sexual; crónico degenerativas, tales como diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiovasculares y cerebro vasculares. Además de las enfermedades psicosomáticas tales como la ansiedad y la depresión.

Por su parte, Jiménez Zavala agregó que el médico general atiende hasta un 85 por ciento de todas las patologías y destacó que el paciente llega al consultorio y muchos de sus padecimientos tienen su origen en lo emocional.
Agregó que hasta un 75 por ciento de los casos que se presentan ante un consultorio de primer nivel “el ciber-paciente” llega auto diagnosticado por el teléfono, a través del internet o las redes sociales. “Llegan con todo el diagnóstico y hasta con estudios. Llegan toreados, es decir, ya con tratamientos que ellos mismos se impusieron”, subrayó.

  • ¿Para el diagnóstico, esto quiere decir que tienen ustedes una bola de cristal en su consultorio?
  • No es cosa de atinarle -contestó tajante Lucila Ayala Barriga- porque nuestra “bola de cristal” es nuestro conocimiento y nuestra experiencia, que hemos adquirido a través de los años en la educación médica continua, licenciatura, especialidad, charlas, cursos, talleres, pláticas y a través de ver día a día a cada paciente.
    -En efecto, terció César Jiménez Zavala, Son años de revisar pacientes. Muchos pacientes, me dicen ‘vengo con usted para ver si le atina’, pero no se trata de atinarle ya que no estamos jugando al tiro al blanco, sino que lo que hacemos es revisar al paciente y hacemos el diagnóstico real. ‘Médico que no toca, se equivoca’, decimos en el ambiente de la salud y siempre hay que revisar al paciente.

Para la presidenta de los médicos familiares, el paciente le da importancia a un síntoma, que a lo mejor no es el esencial y ejemplificó que muchas veces se acude por una manchita y cuando se revisa al abdomen éste presenta tiene tumoración. Nos damos cuenta de soplos cardíacos al auscultar. Muchas veces con el famoso “San Google” introducen una pregunta y obtienen respuestas equivocadas.

Y respecto a la influencia de la tecnología usada por el paciente previo a acudir a consulta, el presidente del INEMEC expuso que “muchas veces llegan los pacientes ya con su diagnóstico impreso o acuden a que les haga nomás la receta, pero les contesto que me disculpen porque yo no soy recetólogo sino soy un médico y debo revisar antes al paciente”.

En el tema de la automedicación, coincidieron en que esta puede resultar peligrosa porque se enmascaran los síntomas. Un paracetamol autoadministrado puede encubrir el dolor de la apendicitis y puede derivar en peritonitis, pasar al paciente a terapia intensiva y llegar incluso a la muerte.
Y finalizaron con otra coincidencia más: “el gremio médico más que médicos somos familia, juntos, los médicos generales y familiares, pasando por los especialistas y los subespecialistas. Somos un engrane”, dijeron.