Mara Rahab Bautista, colaboradora La Voz de Michoacán

En muchas ocasiones, en muchos hogares, se relaciona la lectura con la escolarización, esto genera que la lectura se convierta en una parte de los procesos educativos, y lo es, una parte fundamental e importantísima. Pero también existen otros caminos para acercarse a la lectura; una de las apuestas a la lectura es desde que se está en la panza de la madre, se escucha su voz, se genera un espacio de intimidad, entre otros beneficios.

Leer desde antes de nacer o recién nacido, es posible, el acto de la leer siempre es un diálogo. Hay varios proyectos editoriales que le apuestan a esta primera etapa de lectura, editando libros hermosos, resultado de un trabajo de investigación, creación y experiencia en el fomento a la lectura; tal es el caso de la editorial independiente Ate con queso, un proyecto creado por dos mujeres: Irma Uribe y Adriana Tellaeche. Ahora la editorial cuenta con un equipo más grande, ellas comenzaron con varias ideas muy claras:

• Hacer libros para la primera infancia, es decir, para niñes de 0 a 6 años
• Hacer libros que les niñes pudieran manipular
• Libros en que les niñes de México se vieran representades
• Trabajar para que más niñes de México tengan acceso a los libros

Con estas ideas, Ate con queso ha creado libros poco usuales, principalmente por el material con el que están hechos: no se rompen, no se mojan, no cortan, no pesan y sus tintas no son tóxicas; así que bebés y niñes pueden meterse a bañar con el libro, lo pueden manchar de sopa, el perro lo puede babear y no pasa nada, porque se lava (hasta se puede meter a la lavadora), pueden morderlo, arrastrarlo y hacer con él lo que les niñes y bebes hacen con las cosas, haciendo del libro un objeto cotidiano, personal y de juego, y así acercarse al mundo de los libros y la lectura.

Y ¿qué onda con les bebés? Justo, el fomento a la lectura tiene un primer paso, el acceso a los libros, estos libros son perfectos para ser el objeto que les acompaña en su desarrollo y la curiosidad.

Otra característica que nos encanta de esta editorial independiente es su línea editorial, en sus libros retoman la cultura mexicana, todos los creativos: ilustradorxs, diseñadorxs, escritorxs, son mexicanxs, se imprimen también México.

Ate con queso, busca que al hojear los libros cualquier niño se sienta identificado, cada página presenta elementos mexicanos relacionados con la vida cotidiana del país como la comida, los paisajes y la música. Algunos de sus títulos son: Hola mole, Xolo, ¡Mariachi!, Ceviche, Tule (con datos culturales sobre los temas), Fredo y sus amigos, Bolay (un libro sobre la migración), Mica quiere ser rescatista y Sembrar pájaros, su más reciente título, impreso en papel normal, que presenta la vida y obra de mujeres creadoras que cambiaron el rumbo del arte en México desde distintas disciplinas, realizado en resultado de la colaboración entre el Museo Universitario del Chopo y un grupo de investigadoras.

Todos los libros son ilustrados, algunos llevan cuentos, poemas, canciones, divididos en tres colecciones: de 0 a 3 años, de 4 a 7 años y los proyectos especiales impresos en papel normal.

Y la cereza del pastel: su modelo de negocio, uno de sus objetivos principales es garantizar el acceso a libros infantiles en todos los hogares mexicanos.

A través de su modelo uno-a-uno han entregado más de 130 mil libros sin costo, por cada libro que se adquiere, la editorial dona uno a familias alejadas a los libros y al entregarlos, capacitan a los adultos de las familias que los reciben a través de un taller gratuito en el que se brinda información sobre porqué leer y jugar es importante, además comparten algunas ideas de juegos con libros que promueven el desarrollo infantil.

Una vez que jugamos con los libros, desarrollamos las habilidades cognitivas que la lectura nos permite para un desarrollo integral, así que dejamos la invitación al juego, a la libertad que los libros y la lectura nos ofrece.