Estos edificios, que son representativos históricos de este Pueblo Mágico, estarían dentro de este reconocimiento mundial como Sitios de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, y no Pátzcuaro en su generalidad

Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Pátzcuaro, Michoacán.  Son seis edificios históricos de Pátzcuaro los que integran el expediente para que sean reconocidos ante la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad en la categoría de Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural. De ser aprobado el documento que entregará el Gobierno de Michoacán en París, Francia, se incluirían en este catálogo de patrimonio mundial a la Basílica de la Virgen de la Salud, Museo de Artes e Industrias Populares, Antiguo Colegio Jesuita, iglesia de la Compañía, templo del Sagrario y la plaza Vasco de Quiroga.

De tal manera que únicamente estos edificios, que son representativos históricos de este Pueblo Mágico, estarían dentro de este reconocimiento mundial como Sitios de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, y no Pátzcuaro en su generalidad; cada una de estas construcciones centenarias tienen la visión y esencia del primer obispo de Michoacán, don Vasco de Quiroga.

Haciendo una recopilación de la historia de cada uno de estos edificios, de acuerdo con el libro “Pátzcuaro en breve, historia, personajes y efemérides”, de los autores Fernando Mendoza Molina y Eduardo Barriga Rivera, se detalla que los atractivos culturales que se cuentan son 284 obras civiles relevantes en la zona de monumentos históricos según el decreto del 14 de diciembre de 1990.

Los monumentos históricos datan de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, en su investigación informan que la ciudad de Pátzcuaro posee 11 obras monumentales, 5 monumentos de prominentes héroes nacionales y locales, 2 bustos al mérito, 7 murales, 5 esculturas 1 museo.

Basílica de Nuestra Señora de la Salud

Tomando de referencia el libro escrito por los historiadores, señalan, que la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, es la culminación de la obra social de Don Vasco de Quiroga, “en la mente de don Vasco tomó forma la traza de la iglesia catedral, en forma de mano humana que tuviera 5 naves y todas confluyeran al altar mayor. Puso por advocación a San Salvador, como símbolo de que el señor daba esperanza a los necesitados cada templo dedicación especial”

Eligió a Hernando Toribio de Alcaraz como cantero principal (arquitecto) desde el año 1538, se iniciaron con los cimientos, en el mismo lugar sagrado de los antiguos tarascos, derrumbándose templos para construir la obra catedralicia, la consagración del edificio en el año de 1554. En 1565 Tata Vasco murió.

Para 1569 la construcción cesó, solo se hicieron los trabajos necesarios para acondicionar la nave central y terminar de techarla. En 1574 se apresuraron los trabajos para instalarse el nuevo obispo. En 1576, rey Felipe II autorizó el traslado a la nueva ciudad de Valladolid, el edificio vio degradado su categoría a solamente parroquia, con esta condición permanecería por más de 300 años hasta 1907.

En 1907 el Papa Pio X eleva a colegiata a la parroquia, el 8 de diciembre de 1908 se realizó el traslado de la imagen de la Virgen de la Salud del templo del Sagrario a la parroquia de San Salvador, ahora bajo la advocación de la Virgen de la Salud, la Virgen de Don Vasco.

Entre los años de 1937 y 1955 bajo las gestiones de los abades Rafael Méndez y Román Acebedo se hicieron mejoras a la basílica.

El antiguo colegio de San Nicolás de Obispo, ahora Museo de Artes e Industrias Populares

En el año de 1536 cuando Don Vasco de Quiroga fue nombrado obispo de Michoacán. En 1538 una vez que tomó posesión en Tzintzuntzan, ya se comenzaba a levantar la catedral a la par se comenzó el colegio, poniendo al primitivo seminario de Michoacán bajo la protección de San Nicolás de Obispo. Mucha de la piedra que utilizó para levantarlo fue sacada de la enorme yácata que allí se ubicaba y de la que en la actualidad aún puede verse algunos vestigios.

A partir de 1540, el colegio comenzó a funcionar, en el podían estudiar jóvenes españoles pasados de los 20 años y algunos hijos de la oligarquía tarasca. Se enseñaba gramática latina, teología moral, canónes penitenciales, demás de lenguas indígenas

En 1543 esta institución pasó a ser Real Colegio de San Nicolás pues el Rey había aceptado su patronazgo, esto quería decir que estaba obligado a velar por su sustentación. Los primeros clérigos de Michoacán egresaron de este colegio.

A la llegada de la orden de la Compañía de Jesús, a la cual el obispo Medina Rincón designó como encargada del Colegio con la aceptación del cabildo, el traslado se autorizó en 1576 y se realizó en 1580, debido a que muchos de los españoles vecinos de Pátzcuaro no se mudaron, se autorizó que el colegio permaneciera en la ciudad a cargo de los Jesuitas así el edificio no sufrió un abandono total

En lo arquitectónico el inmueble sufrió algunos cambios del original, principalmente en su fachada, a finales del siglo XVI un rayo destruyó la cornisa original, la cual fue restaurada en el siglo XVIII y es la que vemos en la actualidad

La escuela a cargo de la compañía de Jesús continúo funcionando por dos siglos más, hasta la expulsión de la orden en 1767, luego de este acontecimiento el edificio sufrió un abandono casi total. En 1870, se utilizó como escuela de artes y oficios, a inicios del siglo XX como escuela primaria. Durante el mandato del general Lázaro Cárdenas del Río, y la fundación que realizó del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el edificio se restauró para albergar el museo a preservar las artes e industrias regionales.

Antiguo Colegio Jesuita  

Los datos del Sistema de Información Cultura, su construcción inició en 1585, después de la muerte de Vasco de Quiroga y expulsados los Jesuitas tuvo diversos usos, fue hospital, cuartel, vecindad, convento y escuela, hasta quedar en ruinas y abandonado por más de 30 años.

En 1990 un grupo de ciudadanos formaron un patronato para su restauración, estos trabajos iniciaron en 1992 y en noviembre de 1994 quedó completamente restaurado y de inmediato se usó en actividades de tipo cultural.

A partir de 2003 está a cargo de la Secretaria de Cultura. Exhibe dos colecciones de máscaras ceremoniales, además de 167 objetos etnográficos provenientes de 20 estados de la República Mexicana. Contiene la colección Moya Clemente que consta de 150 máscaras y una diversidad de caretas elaboradas en diversos materiales (madera, papel, cuero, etc.).

Además de las salas de exhibición Alfredo Zalce, Antonio Salas León, Fray Miguel de Guevara, Carlos Alvarado Lang, el auditorio Gertrudis Bocanegra, biblioteca  y áreas verdes.

Templo de La Compañía de Jesús

El libro “Pátzcuaro en breve”, señala que, en el año de 1573 aconteció uno de los hechos más importantes para nuestra ciudad y la región: la llegada de la Compañía de Jesús, gracias a las gestiones que don Vasco realizó en su viaje a España en 1548 donde gestionó con miembros de la orden, pues el Obispo veía en ellos las características necesarias para la continuación y engrandecimiento de su obra.

La orden arribó a la Nueva España en 1572, teniendo como provincial al padre Pedro Sánchez, quien fundó la casa y colegio de la ciudad de México. Esta construcción data del siglo XVI y se localiza a un costado de Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita.

El Templo de la Compañía, fue edificado entre 1540 y 1546.

Templo del Sagrario

El Catálogo Nacional de Bienes Culturales muebles e inmuebles de propiedad federal, señala en sus textos que el templo del Sagrario, inicialmente se le denominó Capilla y Hospital de Santa Martha y la Asunción, posteriormente Templo de las Monjas; luego Santuario de Nuestra Señora de la Salud y hoy simplemente se le llama El Sagrario.

El hospital de Santa Martha y la Asunción, fue fundado por Vasco de Quiroga entre los años de 1536 y 1540 quedando hospital y capilla teniendo como patrona a una imagen de pasta de caña fabricada por un indígena converso denominada Nuestra Señora de la Salud.

En 1691 el cura Juan Meléndez Carreño inició el Santuario sobre los cimientos que se habían iniciado a construir desde 1603 pero que por carencia de recursos no se había aún erigido ya que el primitivo edificio de adobe había colapsado.

Los recursos para continuar fueron aportados por el esfuerzo de Fray Andrés de Burgos y Fray Francisco Lerín quienes recorrieron el territorio para captar fondos, continuándose los trabajos con la aportación de este último en 1696, concluyéndose el templo dedicado por el cura Eugenio Ponce de León a Nuestra Señora la Virgen de la Salud.

Esta iglesia, era un conjunto que incluía el primer convento de las madres Dominicas, ahora casa de los 11 patios. El Obispo D. José Ignacio Arciga, arregló el edificio, sino que lo dotó de todo lo necesario para el culto consiguiendo además la autorización papal para la coronación de la Virgen de la Salud, siguió funcionando hasta 1932, en que la persecución religiosa del general Calles asignó al claustro a viviendas.

En 1955 después de tres años de lucha por la recuperación del edificio, logró reconstruirse convirtiéndose el Claustro en la casa de los once patios, o de las Artesanías, y el templo continuó abierto al culto.

Plaza Vasco de Quiroga

En el libro “El Pátzcuaro de ayer”, del autor José Martínez Aguilar, la plaza Vasco de Quiroga, plaza mayor o plaza grande, también fue llamada de la Constitución, “a inicios del siglo XX era en su mayoría empedrada con luneras alrededor, con su jardín Ibarra lleno de árboles de fresno, trueno y otros.

A inicios del siglo pasado había un kiosco de ocho columnas soportando un techo en forma de concha, inaugurado en 1905 y retirado en 1935, (…) después fue sustituido por una fuente adornada de pescados que echaban agua por la boca, llamada pila de los pescadores. Esta se reemplazó por la actual fuente con la estatua de Vasco de Quiroga, en 1965”. Además,  en este espacio se hacía “la plaza” o el tianguis principalmente los viernes de cada semana.

Otra de sus características es que a sus alrededores no cuenta con ninguna iglesia, los orígenes se remontan al siglo XVI. Se dice que se trazó antes de las ordenanzas en materia de urbanismo de Felipe II en 1573, por lo que la hace diferente a otras ciudades coloniales.

El INAH ya firmó el expediente

El titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández firmó el expediente técnico que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla presentará ante la Unesco. Es la primera candidatura mexicana en la categoría de Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, informó mediante un comunicado la Secretaría de Cultura en Michoacán

En el acto protocolario de la firma, el antropólogo Diego Prieto dijo que “Pátzcuaro, es sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, es una metáfora de nuestro país y una reflexión sobre lo que hoy se conoce como humanismo mexicano, sustentado en la idea de que el sujeto fundamental de la modernización es la comunidad, en contraste con la visión occidental centrada en el individuo”.

Dijo que “La entrega de este expediente evidencia que México tiene mucho que ofrecer a la comunidad internacional, no solo para defender la diversidad cultural del mundo, sino para encontrar en ella referentes y salidas a la crisis civilizatoria”.

La secretaria de Cultura de Michoacán, Tamara Sosa Alanís, resaltó el trabajo conjunto y las voluntades de los tres órdenes de gobierno para preservar el patrimonio de la entidad, “estamos de manteles largos, porque llegar aquí es un avance significativo para nosotros, no solo por la posibilidad de visibilizar lo que representa Pátzcuaro para Michoacán, sino para el país entero”, declaró.

El documento se entregará al Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, con sede en París, Francia, por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, para ser evaluado por el Comité del Patrimonio Mundial en los meses próximos, adelantó el director de Patrimonio Mundial del INAH, Francisco Vidargas Acosta.