Washington, EU

Según fuentes familiarizadas con el asunto consultadas por el diario The New York Times, el presidente Donald Trump firmó en secreto una directiva para que el Pentágono comience a emplear fuerza militar contra los cárteles de la droga que su administración considera organizaciones terroristas.

La medida, la más agresiva hasta ahora en la campaña de su gobierno contra el narcotráfico, marca un cambio sustancial: trasladar a las fuerzas armadas una tarea que históricamente ha sido responsabilidad de las agencias policiales.

La orden ofrece una base oficial para ejecutar operaciones militares directas tanto en el mar como en territorio extranjero contra estos grupos. 

Sin embargo, el uso de militares en operaciones de este tipo plantea serios desafíos legales. Expertos advierten que podría considerarse “asesinato” si fuerzas estadunidenses mataran a sospechosos que no representen una amenaza inminente, fuera de un conflicto armado autorizado por el Congreso.

Este año, Trump desplegó tropas y la Guardia Nacional en la frontera sur para contener el flujo de drogas y migrantes, además de intensificar labores de vigilancia e interdicción.

En enero, ordenó al Departamento de Estado catalogar a varios cárteles de México y Venezuela como organizaciones terroristas extranjeras y hace dos semanas, su administración agregó al Cártel de los Soles a la lista de grupos terroristas globales, acusando al presidente venezolano Nicolás Maduro de liderarlo.

Reacciones

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, matizó la nota del The New York Times sobre la decisión secreta de Trump y afirmó que su decisión solo aplicará dentro de su territorio.

Por su parte, el contralmirante retirado James E. McPherson, consultado por el Times, señaló que usar fuerza militar sin el consentimiento del país afectado sería “una importante violación del derecho internacional”, salvo excepciones muy específicas.

En abril, Trump propuso a Sheinbaum realizar operaciones militares conjuntas en territorio mexicano debido a que, supuestamente, el país está controlado por el  narcotráfico, aunque el propuesta que fue rechazada.

Paralelamente, Estados Unidos ha intensificado operaciones encubiertas con drones para localizar laboratorios de fentanilo en México. Aunque no se han autorizado ataques letales con estos drones, la información recabada se comparte con autoridades mexicanas.