En una de las que será sus últimas mediciones, el Coneval, órgano en vías de extinción, alertó de bajos ingresos en la entidad.
Arved Alcántara / La Voz de Michoacán
Poco más de la tercera parte de la población en Michoacán padece de pobreza laboral, es decir, cuenta con un ingreso laboral menor al valor de una canasta alimentaria. De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, al corte del tercer trimestre del año, el 36.7% de los michoacanos enfrenta esta situación.
En su informe sobre el estado de la pobreza laboral en el país, el Coneval exhibió que este indicador aumentó marginalmente en comparación con el trimestre anterior, pues al cierre de junio se posicionó en 35.0%, y se mantiene muy cercano al 36.9% del reporte del segundo trimestre de 2023.
El órgano autónomo, en vías de extinción por mandato del poder reformador constitucional, estimó que entre junio y septiembre pasados el ingreso en Michoacán tuvo un retroceso equivalente al 2.1% de su valor. El promedio de ingreso real laboral a nivel nacional ronda los 3 mil 346 pesos mensuales, notablemente por debajo de los casi 7 mil 500 pesos que se deberían recibir bajo un salario mínimo, y aún más bajo en las zonas rurales, según documenta el reporte.
Situación en el país
En términos generales, el Coneval informó que entre el tercer trimestre de 2023 y el mismo periodo de 2024, el porcentaje de la población con ingresos laborales inferiores al costo de la canasta alimentaria, conocido como pobreza laboral, disminuyó a nivel nacional. Este indicador pasó de 37.3% a 35.1%, lo que equivale a una reducción anual de 2.2 puntos porcentuales.
Este descenso se produjo en un contexto de aumento de 360 mil 800 personas ocupadas (con empleo) y un incremento de 7.1% en el ingreso laboral real per cápita, según los datos recopilados con base a los programas y estadísticas del INEGI. Paralelamente, el valor monetario de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos creció 5.9%, superando la inflación general anual del 5.0%.
En su informe, el Consejo resaltó que desde el tercer trimestre de 2021 se han registrado reducciones anuales en la pobreza laboral. La disminución de este trimestre fue la segunda más significativa en lo que va del 2024, precedida únicamente por el primer trimestre. El fenómeno fue más pronunciado en las zonas urbanas, donde el indicador cayó de 33.3% a 30.7%, representando una reducción de 2.6 puntos porcentuales. En las áreas rurales, el descenso fue menor, de 1.4 puntos, al pasar de 49.9% a 48.5%.
A nivel trimestral, entre el segundo y el tercer trimestre de 2024, la pobreza laboral se mantuvo prácticamente sin cambios, con aumento marginal de 35.0% a 35.1%. El ingreso laboral real per cápita también se mantuvo estable durante este periodo, sin embargo, las dinámicas varían según el ámbito de residencia: en las zonas urbanas, el ingreso real per cápita aumentó 0.5%, mientras que en las áreas rurales se observó una disminución de 3.9%. Esto coincide con una estabilidad en el indicador la pobreza laboral urbana, que pasó de 30.9% a 30.7%, y un incremento en el ámbito rural, de 47.6% a 48.5%.
Ingreso per cápita
En términos monetarios, el ingreso laboral real promedio per cápita (por persona) a nivel nacional tuvo un incremento de 222.19 pesos entre el tercer trimestre de 2023 y el mismo periodo de 2024, pasando de 3 mil 124.26 a 3 mil 346.45 pesos mensuales.
El aumento fue más significativo en el ámbito urbano, donde el ingreso real per cápita subió 273.62 pesos, equivalente a un crecimiento anual de 7.7%, alcanzando 3 mil 808.91 pesos al mes. En contraste, en las zonas rurales, el aumento fue de apenas 74.74 pesos, o 4.1%, llegando a mil 912.81 pesos mensuales. Esta brecha refleja una variación 3.7 veces menor en el crecimiento del ingreso rural en comparación con el urbano.
En la comparación trimestral, entre el segundo y el tercer trimestre de 2024, el ingreso laboral real promedio per cápita a nivel nacional apenas cambió, al pasar de 3 mil 350.84 a 3 mil 346.45 pesos mensuales.
¿Cómo se elabora?
El Coneval expuso que el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), con el que se realiza este balance, mide trimestralmente la relación entre el ingreso laboral y el costo de la canasta alimentaria. Este indicador emplea datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y otras estadísticas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para estimar el porcentaje de población en pobreza laboral.