Tras más de 14 años en el proyecto -y a falta de días para su estreno en México el próximo 23 de octubre

México. - Los hermanos Arturo y Roy Ambriz trabajaron durante años “aguantando rechazos, fracasos o burlas” y haciendo anuncios comerciales para financiar ‘Soy Frankelda’, la primera película de animación mexicana con la técnica de stop motion realizada en su estudio Cinema Fantasma, con el que cumplirán el “sueño” de proyectar su filme en los estudios de Pixar.

“Todavía no sabemos qué esperar de la visita que vamos a hacer a Pixar. Te puedo decir que, definitivamente, es un sueño cumplido: nosotros amamos Pixar. Ir como invitados, como amigos a mostrar lo que hacemos con personas tan creativas que están ahí adentro es algo espectacular”, explican en entrevista con EFE este martes sobre el legendario estudio de animación estadounidense.

Tras más de 14 años en el proyecto -y a falta de días para su estreno en México el próximo 23 de octubre- los Ambriz han visitado ya los festivales de cine de animación más importantes del mundo como el Annecy de Francia o el Animation is Film Festival en Los Ángeles.

La cinta, presentada con material inédito en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el más importante de México, narra la historia de Frankelda, una joven mexicana de finales del siglo XIX que, tras ver rechazados sus cuentos fantásticos, decide viajar al universo de Topus Terrentus, un mundo donde seres del folclore mexicano pueden cobrar vida gracias a sus historias.

Este universo se inspira en monstruos tradicionales mexicanos, como el Chupacabras o el Coco, criaturas ampliamente conocidas en el país, pero que fueron reinterpretadas para crear “una nueva iconografía de fantasía mexicana”.

“Para nosotros fue un deleite (...) Ninguno de los personajes que salen existe como tal en el imaginario. Los hacemos nuestros y creamos toda una mitología, un lenguaje, un mundo con sus reglas y sus sistemas sociales y esa creación de mundos es lo que nos inspira más en el cine a crear historias”, sentencia Roy.

Folclore mexicano

Aunque el folclore mexicano sea uno de los más ricos del mundo y haya inspirado a otras cintas de animación como ‘Coco’ (2017) de la mencionada Pixar o ‘El libro de la vida’ (2014), los directores de Cinema Fantasma creen que muchas veces parece que “solo se puede hablar de ciertos temas por ser mexicano”.

“En México, tenemos muchísimo de dónde basarnos para hacer algo nuevo. A veces se cree que por ser mexicano solo se puede hablar temas prehispánicos o luchas”, argumenta.

Toda esta inspiración muchas veces se ve limitada por la financiación, el mayor obstáculo para hacer películas con la técnica de animación fotograma a fotograma, principalmente producidas en Japón y en Estados Unidos, y con presupuestos mucho más grandes que los de Cinema Fantasma.

“Afortunadamente, aunque no lo parezca, somos muy realistas. Y ese realismo nos ha empujado a encontrar así la grieta en el muro por la que te puedes meter y conseguir un poco de financiamiento de aquí, otra grietecita por acá. Es hacer un guion que sabes que se va a poder producir”, desarrolla Arturo.

El concepto original de Frankelda surgió como un homenaje a Mary Shelley, autora de Frankenstein, quien, al igual que la protagonista animada, enfrentó numerosos obstáculos para demostrar su valía. Esta idea también se inspira en la trayectoria de J. R. R. Tolkien, otra figura clave para la producción.

“Tolkien sufría mucho bullying, no era tomado en serio y era visto como un escritor muy menor por hacer fantasía. Le atacaban mucho por hacer literatura escapista. Él decía que lo más noble que hay en el ser humano es que si hay prisioneros de guerra, pues puedes ayudarlos con este tipo de escapismo”, comentan sobre el autor de la saga de ‘El señor de los anillos’.

Al igual que Tolkien, los dos hermanos se consideran personas a las que “no se les dan muy bien las cosas del mundo”. Aseguran, además, que no les gusta “cómo viven las personas" frente a las “injusticias sociales”.

“La aportación que podemos hacer desde el arte es encontrar alternativas, plantear otras posibilidades, inspirar y motivar a fin de cuentas”, concluyen.