El blanco fue un puesto de vigilancia conocido entre los habitantes como «La Barricada», en la localidad de El Habillal
Redacción / La Voz de Michoacán
Ario de Rosales, Michoacán. El zumbido de drones sembró el terror este día en el poblado de El Habillal en el municipio de Ario. Y es que no eran los comunes aparatos de uso agrícola o recreativo sino que cargaban explosivos. Desde el cielo, presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lanzaron un ataque contra la Policía Municipal, marcando otro episodio de violencia contra las corporaciones locales en Michoacán.
El blanco fue un puesto de vigilancia conocido entre los habitantes como "La Barricada", una estructura donde los agentes mantienen presencia permanente para contener la incursión de grupos criminales.
Al sitio acudió el Agrupamiento Especializado en Artefactos Explosivos y Materiales Peligrosos de la Guardia Civil, cuyo personal detalló que al menos dos artefactos fueron arrojados desde los drones, uno detonó con fuerza, estremeciendo la zona, mientras que el otro cayó sin explotar y fue asegurado por los especialistas antes de ser desactivado.
Milagrosamente, ningún policía resultó herido. Los muros de concreto resistieron el impacto, aunque el miedo y la zozobra volvieron a apoderarse de los vecinos, quienes desde hace meses viven entre patrullas, retenes y la sombra de la violencia criminal.
El ataque de este viernes no es un hecho aislado. En distintos municipios del estado, los agentes municipales se han convertido en blanco de los grupos delictivos. En semanas recientes, agresiones similares han dejado policías muertos y otros gravemente heridos en Buenavista y Parácuaro, confirmando el uso cada vez más frecuente de tecnología militar en los enfrentamientos entre cárteles y fuerzas de seguridad.